La industria del motor tendrá que fabricar respiradores asistidos masivamente
El coronavirus COVID-19 no es especialmente mortífero en términos relativos, pero sí en términos absolutos cuando se habla de grandes fracciones de la población. Naciones como el Reino Unido necesitan desesperadamente máquinas de respiración asistida y no hay oferta suficiente.
5 min. lectura
Publicado: 17/03/2020 22:00
En tiempo de guerra las industrias que fabrican productos no esenciales tienen que hacer una significativa contribución para producir armas, vehículos de combate, tanques, aviones... Empresas como Ford Motor Company fueron esenciales en el esfuerzo industrial necesario para derrotar al III Reich durante la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, en tiempo de paz, se está haciendo un llamamiento a las grandes industrias para colaborar en la producción de máquinas de respiración asistida. En el Reino Unido el Premier Boris Johnson ha pedido la ayuda de empresas automovilísticas como Ford, Vauxhall (PSA) y Honda para producirlos de forma masiva.
El Reino Unido está en una fase temprana de la epidemia, con "solo" 55 fallecidos y 1.555 contagiados, pero dado que no se están tomando medidas severas de contención como las que ha adoptado casi toda Europa, en cuestión de días los números se van a disparar por hacer la población una vida casi normal.
Johnson también ha pedido la ayuda de otros gigantes industriales, como Airbus o Rolls-Royce, así como empresas como Dyson. Los fabricantes de estos equipos médicos no pueden atender la avalancha de pedidos que llegan desde todas partes.
Estos aparatos son necesarios para atender a los pacientes de COVID-19 que experimentan complicaciones o que tenían patologías cardiorrespiratorias previas. Los pacientes más graves no pueden respirar por sí mismos y precisan de unos pulmones artificiales para garantizar el bombeo de oxígeno y retirar el dióxido de carbono excedente.
Normalmente estas máquinas son bastante caras, unos 50.000 dólares el aparato, porque han de cumplir una exigente normativa sanitaria y técnica dado que no pueden fallar (si fallan, los pacientes se pueden morir). Este es un gran obstáculo para solicitar su producción masiva, sobre todo en industrias que no tienen que hacer algo tan complejo ni crítico.
Ford, por ejemplo, tiene dos plantas de motores en el Reino Unido, las de producción de automóviles ya fueron clausuradas. Por un lado está la planta de Dagenham, cerca de Londres (Inglaterra), y por otro la de Bridgend (Gales), cuyo cierre está programado para este año por el fin del contrato de suministro a otros fabricantes.
Honda tiene una planta en Swindon que actualmente fabrica el Civic y se encuentra muy por debajo de su capacidad de producción, uno de los motivos por los que Honda va a clausurarla el año que viene. El fabricante confirmó las conversaciones con las autoridades gubernamentales para producir estos aparatos.
Vauxhall, por su parte, puede contribuir con la impresión de piezas en 3D para ensamblar las máquinas, al igual que Airbus. La planta de Ellesmere Port tenía previsto su cierre pronto por la expansión del coronavirus. En total, 60 compañías han empezado a responder al llamamiento de las autoridades británicas hecho ayer por la tarde.
Se necesitan unos 20.000 ventiladores en ¡dos semanas!
Es más fácil decirlo que hacerlo. En situaciones normales se tardarían entre dos y tres años en cumplir todo el proceso de diseño, evaluación, certificación y puesta en marcha de la producción en masas. Los controles regulatorios tendrán que ser muy muy laxos para hacer esto de forma urgente, con el riesgo que eso implica.
Las compañías automovilísticas cuentan con la ventaja de contar con zonas de sus fábricas que son adecuadas para la producción de material sanitario, como los talleres de pintura, donde las condiciones ambientales están muy controladas. No obstante, hay un enorme problema añadido, ¿y todos los componentes electrónicos?
En un mundo globalizado donde se tiende a fabricar en los lugares más eficientes, piezas como sensores o placas base no se hacen en el Reino Unido y habrá que encargarlas fuera. En cuanto a las "instrucciones de montaje", el Gobierno ya lo está suministrando a las grandes industrias para acelerar el proceso. ¿Llegarán a tiempo?Los médicos creen que no, y las semanas se convertirán en meses.