La NHTSA investiga 30 accidentes de Tesla y su relación con Autopilot
Una vez más, el sistema de conducción semiautónoma Autopilot de Tesla vuelve a generar titulares. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos está investigando 30 accidentes con un resultado de 10 muertes desde 2016.
6 min. lectura
Publicado: 18/06/2021 22:45
¿Fue culpable el hombre o la máquina? Es lo que están investigando los funcionarios de la NHTSA, el organismo gubernamental de EEUU que vela por la Seguridad Vial. Ayer se hizo público que la entidad está determinando el grado de implicación del Autopilot de Tesla en 30 accidentes en los últimos cinco años.
Estos accidentes han tenido como resultado 10 víctimas mortales, en los que ha de determinarse si hubo un fallo en el sistema, qué hizo el conductor al respecto, etc. En su página web hay una lista de los accidentes y algunos detalles sobre los mismos. Hasta la fecha, la NHTSA no había dado tanta información.
Solo hay dos informes completos de estos accidentes, y al menos en el 10% del total, -tres casos- se verificó la intervención del asistente en los momentos previos a la colisión. Hay que recordar que se trata de un sistema semiautónomo de nivel 2, requiere que el conductor no suelte las manos del volante y esté pendiente de lo que pasa en la carretera.
Hay constancia de que algunos conductores, deliberadamente, ignoraron estas advertencias y delegaron en el sistema la tarea de conducir. A veces, algo salió mal, el asistente no fue capaz de percibir un obstáculo y no hubo una acción correctiva a tiempo, con resultado de muerte o de heridas graves.
No obstante, 30 accidentes y 10 víctimas mortales, teniendo en cuenta las millas recorridas en cinco años por decenas de miles de coches de este fabricante, suponen prácticamente una rareza estadística. Por lo tanto, se puede afirmar que es un sistema que tiene más ventajas que inconvenientes.
La información a la que Reuters ha tenido acceso muestra que la NHTSA está investigando más accidentes de los que trascendieron de forma pública. Por ejemplo, se ha conocido un accidente ocurrido en febrero de 2019 en el que no quedó claro si Autopilot se estaba utilizando o no.
El sistema Autopilot de Tesla no se puede activar cuando al conductor le dé la gana, deben cumplirse ciertas condiciones. Esto puede servir para descartar si Autopilot se había activado en algunos escenarios. De hecho, a veces Tesla ha podido descartar la activación de Autopilot por los datos conservados en las cajas negras de estos coches.
Por otro lado, el sistema comprueba si el conductor está controlando el volante mediante detección de fuerza en la dirección asistida. Si no se detecta, el sistema se acaba desconectando. El conductor acaba siendo advertido de que el sistema deja de funcionar, a menos que esté... ¿dormido? ¿inconsciente? ¿borracho?
Investigadores de Consumer Reports comprobaron lo fácil que era burlar al sistema, haciéndole creer que hay un conductor al volante, incluso si no está físicamente en el asiento. La prueba se realizó fuera de la circulación, en circuito cerrado y a baja velocidad. Solo hasta cierto punto, es un fallo del sistema el no estar hecho a prueba de idiotas. El problema quedará solucionado usando la cámara interior para vigilar la mirada del conductor.
El advenimiento del coche autónomo tiene como resultado que haya personas que no sepan o no quieran esperar a que sea una realidad eso de despreocuparse del volante y que el coche vaya solo. Internet está repleta de testimonios de las burradas que se han hecho para probar el Autopilot, más allá de los fines para los que fue diseñado.
Por otro lado también hay casos de clientes que no han comprendido las limitaciones del sistema y lo han utilizado de forma negligente, por ejemplo en carreteras con intersecciones al mismo nivel, al menos en las primeras versiones. La denominación Autopilot ha sido en sí un elemento polémico por sus connotaciones.
Actualmente Tesla no tiene el mejor sistema de conducción semiautónoma del mundo, aunque sigue entre los más sofisticados. Su evolución pasa por la utilización de cámaras de visión artificial, habiéndose descartado el radar frontal para los nuevos Model 3/Model Y (versiones USA 2022), y combinar eso con redes neuronales. A la NHTSA ese cambio no le ha hecho gracia.
Fuente: Reuters