La suspensión de nuestros coches (IV) Suspensión inteligente
El diseño de las suspensiones de nuestros coches ha evolucionado hasta conseguir el equilibrio perfecto entre confort, seguridad y estabilidad. Atrás quedaron los sistemas que utilizan un solo parámetro de uso para dar la llegada a suspensiones que se adaptan al firme, condiciones y estilo de conducción.
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Publicado: 01/03/2017 20:00
Una de las limitaciones que presentan las suspensiones convencionales e hidroneumáticas es que existe una cierta incompatibilidad entre confort y seguridad de marcha; es decir, cuando un vehículo se diseña para que sea muy seguro en lo que a suspensiones se refiere, la suspensión resulta muy dura y poco confortable, ahora bien, si se diseña con unas suspensiones relativamente blandas, resultará muy confortable pero se inclinará demasiado en las curvas, frenadas, y tardará un tiempo relativamente largo en absorber las oscilaciones de los elementos elásticos. Por ejemplo, un vehículo de competición es muy seguro y estable en marcha pero poco confortable. Por tanto, los fabricantes cuando diseñan suspensiones convencionales o hidroneumáticas en sus vehículos buscan una solución de compromiso entre seguridad y confort.
Las suspensiones inteligentes ofrecen una solución a dichas limitaciones variando el tarado de las suspensiones en función de las condiciones de marcha, actuando en el caso de ser suspensiones convencionales sobre amortiguadores y, en el caso de ser suspensiones hidroneumáticas, anulando una tercera esfera situada en cada eje.
La suspensión inteligente va provista de una centralita, la cual recibe datos de varios sensores. Estos sensores varían con respecto a los diferentes modelos existentes en el mercado, pero nos pueden servir de referencia los siguientes:
- -Inclinación de la carrocería
- -Velocidad del vehículo
- -Posición de la mariposa
- -Velocidad insertada por el usuario
- -Presión de frenada
- -Angulo de giro del volante
- -Velocidad de giro del volante
En función de la información recibida por la centralita, ésta envía una señal a unas electroválvulas que llevan alojadas los amortiguadores o el circuito hidráulico (en el caso de ser suspensión hidroneumática) para que la suspensión se ponga en posición sport o confortable.
El cambio de posición de la suspensión se realiza modificando el recorrido del aceite en el caso del amortiguador y anulando parte del recorrido del líquido hidráulico en el caso de las suspensiones hidroneumáticas. Con este tipo de suspensiones se consigue un buen comportamiento del vehículo en cuanto a seguridad y nivel de confort se refiere.