Su nuevo Lamborhini Huracán acaba bajo el agua y él tan tranquilo

Imagen no apta para sensibles

Los hechos ocurrieron ayer mismo. Una fuerte tormenta de verano descargó grandes cantidades de agua sobre la ciudad californiana de San Diego, al sur de Los Ángeles. Tanta fue que llegó a inundar calles y garajes, incluido el de nuestro protagonista, que era donde tenía aparcado un novísimo Lamborghini Huracán.

Tan nuevo es que apenas cuenta con unos pocos cientos de kilómetros. Tan nuevo es que hace tres semanas que fue a recogerlo al concesionario de Lamborghini. Para echarse a llorar ¿a qué sí? Pues no lloréis todavía, porque Matt Trainer, así se llama el protagonista, ya ha dicho que piensa comprarse otro. ¡La vida del millonario señoras y señores!

No somos quién para decir en qué se gasta cada uno el dinero, pero igual el señor Trainer debería saber que su Huracán no está arruinado, que es posible dejarlo tal y como estaba de fábrica. Pero bueno, el hombre está feliz y contento. Una actitud que hay que alabar, porque no mucha gente se tomaría tan a la torera que su coche de 240.000 euros acabe bajo el agua.

Puede que sea por el carácter natural del señor Trainer o porque ya está acostumbrado a destrozar un Lamborghini. Como lo oís amigos. No es la primera vez que le pasa. La vez anterior sí que fue culpa suya puesto que destrozó el Huracán que tenía en un accidente que el mismo provocó. En fin, igual el destino le está intentando decir algo a Matt Trainer o igual es que tiene muy mala suerte. Veremos como acaba el siguiente. Pero este hombre necesita un buen seguro.

Fuente: Instagram