Y llegó el día en que Lamborghini prefirió hacer un SUV a hacer un deportivo

Lamborghini se encuentra en el dilema de cómo darles a sus clientes los coches que desean, pero al mismo tiempo, cumplir con las normativas que imponen los grandes países desarrollados. A menudo, esos intereses chocan, especialmente en una marca tan especial.

Afortunadamente para Lamborghini, hablamos de una marca que vende muy pocos coches al año, por lo que no tiene las mismas obligaciones que fabricantes que sacan millones de coches. Ahora bien, los suyos tienen que ir reduciendo los consumos, e incluso poder circular sin emisiones a medio plazo en determinadas ciudades.

Eso nos lleva a la hibridación, sí o sí

Ahora mismo solo hay dos modelos en la marca, el Aventador y el Huracán, y el tercero será el SUV Urus, ya confirmado. Pretenden tener el SUV más rápido del mercado, y a la vez, el más eficiente en consumo. Eso huele bien a Diesel o a hibridación. Ninguna tecnología se ha descartado aún, y todo es posible.

Lamborghini Asterion Concept, una declaración de intenciones, no anticipa un modelo de producción en serie

El fabricante, en boca de Stephan Winkelmann, defiende el SUV porque sus clientes existentes quieren tener también un coche así en el garaje, más polivalente y menos radical. Y el tipo de coche que representa el Asterion no cumple esas características. Además, el cliente habitual de la marca no hace tantos kilómetros como para que el consumo sea un problema enorme.

La ventaja del Asterion, como híbrido enchufable, es permitir combinar el uso habitual con unas prestaciones de infarto, y poder entrar a zonas vetadas a motores de combustión interna puros. Ahora bien, el Urus puede acomodar mejor ese tipo de solución, y ser más práctico.

En otras palabras, una vez más, el cliente tiene la razón, y Lamborghini se va a convertir en un fabricante de SUV que también hace deportivos. Es lo mismo que en su día hizo Porsche. Con el SUV Urus la producción anual se doblará, y con el Asterion eso no va a ocurrir.

Lamborghini Urus Concept, prototipo que anticipa el primer todoterreno de la marca desde el LM002

Lamborghini quiere crecer, y eso implica salirse del negocio tradicional de los coches de altas prestaciones. Suelo decir que no hablamos siempre de entuasiastas de la conducción más extrema, sino gente con pasta, y que tiene otras necesidades que no coinciden con las de los quemados. Y ahí el SUV es el modelo ideal, nos guste o no.

Del Urus puede haber versión Superveloce (SV) y una aún más lujosa

Un fabricante tan pequeño puede elegir entre seguir atendiendo al mismo tipo de público, o abrirse a un mayor volumen. Sin bajar de segmento ni vender coches más pequeños, pues es SUV o SUV. Es lo que pide la clientela, y si Lamborghini no fabrica lo que demandan, se comprarán coches de la competencia. Así la marca quiere llegar a 3.000 unidades al año.

El Urus permitirá doblar la superficie de Sant’Agata Bolognese, de 80.000 a 150.000 metros cuadrados, y la contratación de 500 operarios. El Asterion tampoco conseguiría eso. Simplemente fue un prototipo de declaración de intenciones, para medir la aceptación del público. Y el Urus ganó, es lo que hay.

Este coche tendrá "todo" lo que el cliente de la marca pide: más practicidad, menos radicalidad, un motor bestialmente potente, capacidad de circular mejor por zonas bacheadas y una estética que haga furor

Cuatro SUV de gama alta, ni más, ni menos

El Grupo VAG tendrá así un quinteto de pesos pesados en el segmento E/F SUV de lujo, con el Audi Q7, Porsche Cayenne, Volkswagen Touareg, Bentley Bentayga y Lamborghini Urus. En el segmento bajo no han espabilado con los SUV, pero en el segmento más alto van a dar la campanada. Se aprovecharán sin duda sinergias, pero cada marca cuenta con su propia personalidad.

¿Debemos criminalizar a Lamborghini por rendirse a la economía de mercado?

Por el mismo motivo las cajas de cambio manuales han desaparecido de su catálogo, es la dictadura del consumidor. Además, muchos clientes de esos tanques están forrados, pero no sus países, y la infraestructura viaria no siempre está a la altura. De ahí que haya tanta fiebre SUV de alta gama.

La parte buena de toda esta historia es que Lamborghini tendrá una más sólida situación financiera con los pingües beneficios que van a conseguir, y eso garantiza el futuro de Aventador, Huracán, y lo que se planteen sacar. Y en el momento en que la legislación medioambiental les acorrale, harán lo que tengan que hacer, incluso híbridos enchufables o eléctricos. Hoy día el peso de las baterías sigue siendo un hándicap.

Fuente: Autocar