Cinco motivos por los que el Discovery Sport es un verdadero Land Rover

El Land Rover Discovery Sport es la última creación de la firma inglesa. Ya podemos ver a unas cuantas unidades circulando por la carretera. Ahora bien, ¿es el Discovery Sport un verdadero Land Rover? Aquí te dejo cinco motivos que te dirán que sí.

Cinco motivos por los que el Discovery Sport es un verdadero Land Rover

11 min. lectura

Publicado: 28/07/2015 09:00

Hace un año aproximadamente, en el Salón de París, conocimos el nuevo trabajo de Land Rover. Este se adentraba en el segmento SUV, que no todo terreno, con un aspecto muy semejante al de su hermano pequeño, el Evoque. La marca inglesa decidió sin embargo apodarlo como Discovery, denominación famosa y mítica, aunque le sumó la palabra Sport. Así nació el Land Rover Discovery Sport, un cruce de varios mundos que ha supuesto una lucha por considerar si este es un verdadero producto de la firma inglesa. Yo digo que sí, y aquí te doy cinco motivos en los que me apoyo.

El Discovery Sport cuenta con un diseño propio de Land Rover

Diseño

Corren nuevos tiempos y nuevos estilos. Lo que era válido hace unos años no lo es ahora. La competencia ha crecido en todos los segmentos, y aunque Land Rover es una marca fiel a su estilo vemos como empiezan a introducir cambios significativos en diseño. El primero en recibirlos fue el Range Rover Evoque, un producto de casi obligado lanzamiento, vistas las ventas que se acumulan en este sector. El tiempo ha dado la razón a la marca inglesa, puesto que el Evoque ha sido todo un éxito. Sin embargo mucha gente reclamaba algo más, un SUV más amplio y práctico. Y es aquí donde entra el Discovery Sport.

En cuanto a diseño es innegable la procedencia del Sport. El frontal recuerda claramente a su hermano pequeño, aunque con una línea menos afilada que este. La mayor capacidad del Discovery obliga a cambiar la forma, el techo por ejemplo no baja en ningún momento, sufriendo un recorte drástico en la zaga, que una vez más nos vuelve a traer a la memoria al Evoque, aunque con faros más grandes. En general es un diseño que ya tenemos que considerar típico de Land Rover, aunque bien es cierto que no se parece en nada al Discovery verdadero, aun así un producto inglés.

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Interior

Una vez más tengo que hacer referencia al Evoque, porque aunque el habitáculo también recuerde a este, es menos evidente que el exterior. Aunque una vez más tampoco se parece en nada al gran Discovery. La disposición del salpicadero nos presenta una zona limpia y elegante. La presencia de botones no es excesiva, y todos ellos los podemos encontrar al alcance de la mano sin problema alguno. Un espacio muy estudiado y que demuestra ser típico de Land Rover por contar con detalles propios de la marca como los botones. Todos ellos cuentan con un buen tamaño, pensados para ser manejados con guantes en días de frío.

Tampoco podía faltar la típica ruleta selectora de la marcha, la misma que vemos en Jaguar. Son estos detalles los que realmente marcan la esencia Land Rover en el interior del Discovery Sport. Al igual que las plazas traseras. No veréis otras plazas así en el mercado, son fácilmente reconocibles, y aunque bien es cierto que no cuentan con el mismo espacio que en el Discovery, son más aprovechables que las de cualquier otro SUV. Eso sí, el precio también es típico de la marca inglesa, puesto que añadirlas cuesta nada más y nada menos que 1.370 euros. Un precio excesivo de todas, todas.

Bien acabado, con materiales de calidad y sensación de durabilidad. Muy Land Rover

Calidad

Es aquí donde verdaderamente se mide a todo Land Rover, dejando a un lado al Defender claro está. Los productos de la firma son conocidos por aportar ese toque inglés. Un toque de lujo y calidad, tanto en los materiales como en la construcción. Y con todo el placer del mundo puedo decir que el Discovery Sport es un verdadero Land Rover. No llega al nivel de sus hermanos de Range Rover, pero no hay un solo elemento en todo el habitáculo que no desprenda una agradable sensación de calidad.

Bien es cierto que la unidad que tuve a mi disposición equipaba el denominado HSE Luxury, el nivel más alto de equipamiento dentro de la gama. Sin embargo desde los escalones más bajos también podemos tener la posibilidad de equipar materiales más refinados. Estos principalmente se destinan a la tapicería de los asientos y a ciertas partes como los paneles de las puertas, por lo que el salpicadero y el resto de zonas no cambian en absoluto. Calidad inglesa y producto 100% Land Rover una vez más.

Capacidad todoterreno

No nos engañemos, aunque Land Rover se asocia con calidad, refinamiento y buen producto, la firma inglesa dio sus primeros pasos como fabricante de vehículos todoterreno. El espartano Defender es buena muestra de los orígenes de la marca, y estas capacidades fuera pista se han ido perpetuando en todos los modelos a lo largo de la historia, por lo que no puedo decir si el Discovery Sport es un auténtico Land Rover hasta haber cruzado el asfalto adentrándome en pistas off road.

Lo que más te limitará a la hora de adentrarte en el campo es su altura con respecto al suelo

Es extraño, pero el Discovery Sport no monta diferenciales autoblocantes ni reductora, aunque sí un sistema de tracción total. Este se acompaña de un equipo electrónico de gestión del par y la potencia que es capaz de convertir al SUV en un auténtico 4x4. La altura al suelo no es excesiva, por lo que no puede entrar por caminos donde un Discovery o un Defender sí lo harían. Aun así, si seleccionamos correctamente el programa (varía en función del terreno que pisamos) el Discovery Sport nos puede llevar muy lejos, mucho más de lo que un cliente medio hará a lo largo del tiempo de uso.

Conducción

Todo aquel que se haya subido a un Land Rover, exceptuando una vez más al Defender, se habrá dado cuenta de la sobriedad de conducción. Estos no tienden a hacer coches realmente salvajes, no como Range Rover. Son coches tranquilos aunque potentes, hechos para que la conducción esté a la altura del diseño, la calidad y el interior. Todo es muy sobrio y en mi caso tuve la oportunidad de probar el bloque SD4 de 190 CV. Este ya no se comercializa, lo hace en favor de los más eficientes TD4, pero aun así deja muestras evidentes del comportamiento del Discovery Sport.

El menor tamaño con respecto al Discovery normal lo hacen más práctico para moverse por ciudad. Su altura te permite dominar la conducción, y aunque el motor no sea una bestia consigue buenas cifras de rendimiento, aunque no así de consumo. En espacios abiertos es donde más podremos disfrutar del Discovery Sport. Es un devorador de kilómetros. Uno tras otro irán cayendo sin que te des cuenta, apenas hace ruido. Eso sí ojo con animarte en los puertos de montaña, porque es aquí donde sacará a relucir una suspensión que tira a blanda y un peso que se sitúa 1.765 kilogramos.

Confirmado, el Discovery Sport es un verdadero Land Rover

En definitiva. Por todas estas razones, y por muchas más el Discovery Sport es un verdadero Land Rover. Muchos lo han catalogado como un Evoque de siete plazas. A mi realmente no me parece un insulto o un menosprecio, el Evoque es otro gran SUV. Puede que el empleo de la denominación Discovery no sea lo más apropiado, pero no hay ni una sola pega en cuanto a la incorporación del emblema de la firma inglesa por todo el coche. Por cierto, donde menos Land Rover puede llegar a ser es en precios, ya que está disponible desde 37.850 euros, 12.000 menos que un Discovery y apenas 2.750 euros más que un Evoque.

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