Lazareth LM 847, cuando cabalgar un V8 se hace realidad
Lazaret presenta en Ginebra una de sus últimas y más fascinantes creaciones, una muscle bike dotada de nada menos que un motor V8 de origen Maserati. Toda un cohete monoplaza que posee más caballos de vapor que kilos de peso.
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Publicado: 03/03/2016 14:00
Ginebra nos ha permitido conocer impresionantes vehículos, puedes echarle un vistazo a nuestra recopilación de lo mejor del Salón de Ginebra 2016. Sin embargo, entre tanto "nuevo conocido" existen multitud de empresas de menos relevancia en el sector mundial pero que han destacado por sus excelentes trabajos. Uno de ellos es el preparador francés Ludovic Lazareth.
¿Alguna vez has soñado por ir sentado sobre un V8? Lazareth es conocido por engendrar terroríficas máquinas a medio camino entre un coche y una moto siempre con las prestaciones y el gusto por lo diferente en su mente. En el Salón de Ginebra aprovechó para desvelar la impresionante Lazareth LM 847 una muscle bike que monta nada menos que un bloque 4.7 litros V8 de 32 válvulas de origen Maserati.
470 CV y 400 Kg de peso
El resultado es esta increíble máquina con el enorme motor y el tridente italiano entre el asiento, de una Ducati 1299 Paginale, y el minimalista manillar. La LM 847 rinde 470 CV a 7.000 rpm y 620 Nm de par máximo a 4.750 rpm asociado a una transmisión con acoplador hidráulico de una única velocidad que envía toda la potencia al eje trasero mediante una doble cadena. Esta moto pesa 400 Kg por lo que se caracteriza por poseer más caballos de vapor que kilos sobre la báscula.
El motor V8 se integra en el diseño exterior de la moto. Esta posee dos neumáticos Michelín Power Cup Evo en cada eje para garantizar una mayor estabilidad durante la marcha y cuenta con suspensiones TFX, horquilla Bimota Tesi y un sistema de frenado compuesto por dos discos de 420 mm delante con pinzas de 8 pistones fabricadas por Nissin para el eje delantero y frenos duales Brembo de 255 mm para el trasero.
Los datos de prestaciones no han sido desvelados pero no hace falta hacer demasiadas cuentas para saber que se trata de una montura de radicales reacciones no apta para cualquier piloto. Además de que tiene que ser toda una experiencia tener un V8 rugiendo tan cerca que lo podríamos abrazar, en frío claro.
Fuente: Lazareth