LEVC empieza la producción de prototipos de su nuevo comercial eléctrico
La nueva empresa que fabrica los taxis eléctricos que pueblan las calles del Reino Unido ha empezado a fabricar los primeros prototipos de la variante comercial que han preparado. LEVC, como se llama la compañía subsidiaria de la china Geely, ha estado probando el modelo en numerosas ocasiones y regiones del mundo, llegando el momento de las pruebas definitivas en el modelo de pre-producción.
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Publicado: 18/02/2020 15:00
La última vez que vimos fotos espía del nuevo modelo comercial de LEVC en pruebas y vestido de camuflaje fue en febrero de 2018. La marca se trasladó al Circulo Polar Ártico para realizar los ensayos de frío pertinentes bajo heladas condiciones meteorológicas poniendo a prueba el modelo. Pero diversas circunstancias han supuesto continuos retrasos en su lanzamiento al mercado.
Basado en la misma plataforma que el London Taxi, la furgoneta eléctrica descubrió su diseño en un evento especial a principios del pasado verano, con una amplia distancia entre ejes y longitud, y solamente con una versión completamente panelada en los laterales. El frontal, como no podía ser de otra forma, es compartido con el TX, el modelo de transporte colectivo.
La firma de Reino Unido ya ha confirmado que la furgoneta eléctrica estará a la venta a finales de 2020, siendo hora de que los primeros prototipos de pre-producción hagan acto de aparición que, como puedes ver en las imágenes, ya se encuentran en las líneas de montaje.
LEVC apunta que estos prototipos nuevamente se van a someter a un estricto programa de desarrollo antes de la pertinente homologación, prestando especial atención a la durabilidad y a las pruebas de choque, que esperan superar gracias a una carrocería fabricada con acero convencional, resistente a cualquier forma de óxido y absorber el doble de la energía de choque que un acero de alta resistencia, a pesar de ser también un 30% más ligero que el taxi.
La nueva apuesta de movilidad sostenible viene con un sistema de propulsión capaz de ofrecer una autonomía máxima de 610 kilómetros, incluyendo un extensor de energía que ofrece 128 kilómetros más, una solución con la que esperan desplazar a los diésel que dominan la categoría de los comerciales de una tonelada, y adaptado para ofrecer un amplio volumen de carga, equivalente a dos europalets.