Lexus demanda a Volvo, los nombres de tres futuros eléctricos suecos en el aire por una batalla legal que va para largo

Ni es la primera ni tampoco será la última. Lexus y Volvo se han enzarzado en una nueva disputa por el uso de unos nombres comerciales que los suecos registraron hace un tiempo para sus futuros coches eléctricos. Los de Gotemburgo decidieron no cambiar por completo el nombre de sus nuevos modelos de cero emisiones, añadiendo solo la segunda vocal del alfabeto a las denominaciones actuales pero al principio. Un par de ejemplos, el EX90 y el nuevo EM90.

Pero de la quincena de nombres registrados, los que corren peligro son los de las berlinas, que están pendientes en todo el mundo desde principios de 2023 y en Europa desde el verano de 2022. Los «ES40», «ES60» y «ES90» han puesto en pie de guerra a la marca japonesa de lujo por excelencia, que ya ha presentado la primera demanda contra los suecos al entender que choca directamente con el nombre del primer modelo de su oferta de productos, el Lexus ES, según apuntan fuentes suecas conocedoras del asunto, apoyándose en Toyota para hacer más presión.

Lexus argumenta que lleva usando el nombre protegido desde 1989

Por supuesto, ahora será un juez el que determine si Volvo podrá utilizar los tres nombres comerciales o no, y buscarse una alternativa, lo que puede convertirse en un verdadero problema al no estar armonizada con el resto de modelos de la gama. Lexus se encargó de proteger su nombre comercial, y el de algunas versiones de la berlina -los «ES200», «ES250» y «ES300»- en varios países del mundo, un modelo que llegó al mercado en 1989.

Un argumento es poco sólido, pues Volvo ya ha respondido apuntando que la denominación «ES» no es nueva, sino que la utilizó por primera vez en 1971 a bordo del Volvo 1800 ES, un elegante deportivo de dos puertas con un formato de Shooting Brake. Nada menos que 18 años antes que los japoneses, incluso volviéndola a utilizar en la década entre los años 1986 y 1995 en el Volvo 480 ES, el antecesor del extinto C30. Y entonces tampoco hubo problema, quizás por el hecho de que las dos letras no estaban asociados a números y se utilizaron simplemente como apellido en lugar de como nombre. La situación es tan delicada que ninguna de las partes ha querido hacer declaraciones al respecto.

Los nombres de las berlinas eléctricas suecas bailan en un fino alambre

Esto es clave para entender la demanda del fabricante japonés que, como muchos otros indicarán que llevará a confusión, pero la justicia dictaminará una resolución. Lo que sí está claro es que llevará tiempo, y que la causa está al 50 por ciento, todo dependerá del togado que analice los hechos, pero sí hay una cosa clara: aunque Volvo la utilizase en el pasado y ahora las haya registrado nuevamente, significa que la protección causó baja hace mucho tiempo y eso es algo también a tener en cuenta. Muchos fabricantes registran nombres que no utilizan y que, después de un largo tiempo, dejan morir y quedan completamente libres, quizás el mayor error de los suecos.