Los 10 peores coches de 2015-2016, según Jeremy Clarkson

Vamos con otra lista del periodista británico Jeremy Clarkson, conocido por sus demoledores veredictos sobre coches, o sobre cualquier otro tema. La selección de coches de prensa que menos le han gustado tiene de todo, aunque la mayoría son de un país y grupo muy concretos.

Los 10 peores coches de 2015-2016, según Jeremy Clarkson

7 min. lectura

Publicado: 25/08/2016 20:30

Cambiamos de tercio, y en vez de comentar los coches que más han gustado últimamente a Jeremy Clarkson, haremos todo lo contrario. En su columna habitual ha recopilado 10 coches que, al probarlos, habría preferido no tener que hacerlo. En los prolegómenos de esa lista, Clarkson se quejó de que los coches se parecen demasiado unos a otros hoy día, no tienen alma ni emocionan.

Los llama "stinkers" (apestosos)

Evoca a un pasado no muy lejano en que cada nuevo lanzamiento podía suponer una sorpresa total, tanto para bien como para mal. Ahora mismo, debido al alto grado de sinergias dentro del mismo grupo automovilístico, o entre competidores (con componentes comunes) cada vez es más difícil probar algo realmente distinto. Sin más dilación, ahí va el decálogo de la infamia:

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Del Opel Astra 1.6 SIDI Turbo de 200 CV (probado como Vauxhall, la Opel británica), no es que diga gran cosa: es un coche con cuatro ruedas y un asiento para ir colocado dando vueltas, y eso es todo. Le parece tan sumamente aburrido que pide un "salvapantallas". ¿Tan mal coche es? 0-100 km/h en 6,6 segundos no es precisamente un mal registro, pero se refiere a que transmite muy poco al que lo conduce.

Tampoco sale muy bien parado el Infiniti Q30 2.2d de 170 CV, un diésel. Dice que su diseño no hace justicia a la ingeniería que hay debajo, y protesta por lo ruidoso que es el motor, y porque tampoco empujea tanto como debería. En pocas palabras, un diésel que no le ha dejado buen sabor de boca. Lo resume como "un desastre, pero al menos tiene buena pinta".

Del Skoda Superb 2.0 TDI de 150 CV no se centra en su relación valor/precio, ni en la evolución que ha experimentado la marca. Su objeto de análisis es tildarlo de simple electrodoméstico de transporte, absolutamente mediocre, no destaca en nada. Duro veredicto para un coche que, siendo casi 2.000 libras más barato que el Infiniti, y con 20 CV menos, casi clava las mismas prestaciones. Perfecto para taxistas, vaya.

El siguiente en ser dilapidado es un británico, el Zenos E10 S, con 250 CV y un peso raquítico. Se trata de un deportivo biplaza para puristas, equipado al mínimo, con dirección resistida y frenos que exigen controlar técnicas manuales antibloqueo, porque no tiene ni ABS. No habla maravillas de él, a pesar de ser muy rápido y totalmente transmisor. En otra marca esto habría sido alabado. Se planta en 100 km/h en casi 4 segundos, y remata la crítica con un "que alguien me pare los pies".

Del Renault Kadjar dice que es un coche totalmente desprovisto de alma. No lo ve como un objeto de deseo en videojuegos, películas en papel de protagonista, o en las paredes de la habitación de un adolescente. Simplemente es un coche que se fabrica porque hay que fabricarlo, y que pasará sin pena ni gloria. Eso sí, al menos valora que es un coche barato, pero que no deja de calificar como deprimente. Lo probó con el 1.6 dCi de 136 CV.

Otro SUV es víctima de sus dardos, el BMW X1 xDrive25d, con un motor diésel de 230 CV. Tampoco le gustó nada, es el BMW de los contables, algo por debajo de lo que espera un purista de BMW, pero que ha necesitado una segunda generación por su éxito comercial. No es mal coche, ni es peligroso, pero lo ve por debajo de lo que BMW es capaz de hacer. Y lo probó con tracción total, aunque no le convenció el comportamiento fuera de carretera.

El SEAT León X-perience ST 2.0 TDI de 150 CV fue el primer SEAT que ha pasado por sus manos en 31 años de carrera como probador. Después de haberlo conducido considera que perdió el tiempo probándolo, que no tiene ningún sentido. Al margen de lo que podamos pensar de la marca patria, el León está siendo un coche tremendamente exitoso, pero no le gusta lo que hace SEAT (es decir, lo que hace VAG).

También hay coches de altos vuelos que no gustan a Clarkson, como el Nissan GT-R Track Edition, optimizado para circuito y con 550 CV de potencia. Si bien el modelo normal le gusta y le da cinco estrellas, el Track Edition tiene un suspenso porque no es previsible, y dice que es inservible. ¿Qué cara habrán puesto los ingenieros de Nissan al leer algo así?

El penúltimo crucificado también es alemán y del Grupo VAG, el Scirocco 2.0 TDI de 150 CV (este motor no le gusta, decididamente). Comparó este Scirocco con el de primera generación, e hizo la analogía con ver qué había pasado con un primer gran amor que se ha echado a perder. "Mi ángel se convirtió en un alce", es decir, un amor que no merecía la pena recordar. Nada que hacer respecto a un Golf GTI.

El último no es el SsangYong Rodius, pero se ha acercado mucho en tamaño y nacionalidad, se trata del Hyundai i800. Ha sido una experiencia tan mala que prefiere echar crema en el trasero de James May antes de volver a conducirlo. Dice que es aburrido, lento, feo y horroroso. "En cuanto a comodidad y apariencia, le gana un camello". Ni de pasajero quiere volver a subirse. Pobre monovolumen.

¿Qué os parece esta lista? ¿Más o menos justa que la anterior?

Fuente: The Sunday Times Driving

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