¿Cuál será el papel del hidrógeno contra el cambio climático?
El <em>lobby</em> industrial del hidrógeno calcula la inversión necesaria, potencial de reducción de emisiones y papel del combustible del futuro en el futuro. La economía del hidrógeno, que no ha despegado, tiene un enorme potencial de solucionar problemas energéticos a la humanidad.
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Publicado: 15/11/2017 18:00
El hidrógeno se postula como el principal competidor de la electricidad en un futuro en el que más vale que reduzcamos las emisiones. Los expertos consideran que si la temperatura media de la Tierra sigue subiendo, se llegará a un punto de no retorno en el cambio climático, lo cual afectará a casi 9.000 millones de almas en pocos años.
Sin embargo, la economía del hidrógeno no termina de despegar. Estos días se ha celebrado la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP23) en Bonn (Alemania), en la que ha tenido una nutrida representación el lobby industrial del hidrógeno. Se hace llamar Sociedad del Hidrógeno o Hydrogen Council.
Integran dicha sociedad 18 grandes multinacionales que combinan unos ingresos de 1,5 billones (con "b") de euros y dos millones de empleados. Son los principales interesados en que se haga una transición del modelo energético de los recursos fósiles al hidrógeno, con potenciales beneficios para la humanidad entera
Fabricantes de automóviles | Audi, BMW Group, Daimler, General Motors, Honda, Hyundai Motor, Kawasaki, Mitsubishi y Toyota |
Otras empresas | Air Liquide, Alstom, Ballard, Anglo American, ENGIE, Faber Industries, Faurecia, First Element Fuel (True Zero), Gore, Hydrogenics, Iwatani, Mitsui & Co, Plastic Omnium, Plug Power, Royal Dutch Shell, Statoil, The Linde Group, Total y Toyota Tsusho |
En el informe "Hydrogen, scaling up" este grupo de presión cree que en 2030 el hidrógeno podrá alimentar a 10-15 millones de turismos y 500.000 camiones, además de jugar un papel importante en la industria, calefacción o almacenamiento. Para 2050 la demanda anual de hidrógeno se habrá multiplicado por 10, hasta 80 exajulios.
80 exajulios = 80*10^18 julios, u 80 quintillones
equivale a más de 13.076 millones de barriles de petróleo
Esa cifra astronómica representará el 18% de la energía consumida en el mundo para 2050. Por lo tanto, el hidrógeno no es la solución, pero sí una solución más que debe valorarse e incentivarse. No solo hace falta apoyo privado -que también- sino de las naciones. Por eso están en Bonn junto a los dirigentes que han ido al COP23.
Si el hidrógeno se utiliza en esa escala, en torno a la quinta parte mundial del consumo energético, se dejarían de emitir a la atmósfera 6 gigatoneladas de CO2 anualmente respecto a hoy. Lo que se deje de emitir contribuirá a no superar esos 2 grados de incremento de temperatura media.
El dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera sin control desde la primera revolución industrial. Según aumenta la concentración de ese gas, la atmósfera retiene mejor el calor que llega por radiación solar, y la temperatura aumenta. Es el efecto invernadero, para el que no lo sepa a estas alturas.
El CO2 acelera el cambio climático antropogénico (responsabilidad de la especie humana)
A menos que aparezca una tecnología que sea capaz de retirar de la atmósfera todo ese CO2 a escalas enormes, la solución pasa por emitir menos gases de este tipo. Y eso pasa, necesariamente, por producir hidrógeno de forma ecológica y sostenible: en su uso final no provoca emisiones, pero tampoco deben generarse en su producción, envasado, transporte, etc. Eso no se ha solucionado a día de hoy.
¿Cuánto dinero es necesario?
Según la Sociedad del Hidrógeno, habría que invertir 20.000 a 25.000 millones de dólares ¡al año! durante 13 años. Hoy día se invierte 85 veces esa cantidad al año en conjunto para petróleo, gas, electricidad renovable y la industria del automóvil. Para 2030 se habrían invertido 280.000 millones de dólares, lo mismo que se invierte en renovables ¡en un año! (y sobra).
Llama la atención que no haya más fabricantes en esta sociedad, porque la gran mayoría no lo apoya, pero sí ve futuro para los vehículos eléctricos o las gigabaterías. Muy pocos fabricantes tienen coches en las calles con esta tecnología o se han dignado a sacar prototipos funcionales. Es una tecnología muy cara que tardará en ser rentable.
Si se pudiese producir hidrógeno de forma masiva y limpia, muchos de los problemas energéticos de la humanidad quedarían resueltos de un plumazo. Con todo el agua que hay en el planeta es inagotable (reciclable por definición), pero detrás de tanta palabra bonita y sus ventajas no se deben olvidar sus inconvenientes.