Locuras desde China¿Descontento con tu coche? Destrózalo como protesta
¿Harto de los constantes problemas y averías de tu coche? Hay muchas formas de protesta, pero pocas tan radicales como esta: destrozarlo delante de la prensa para llamar la atención. Este Maserati Quattroporte no tuvo demasiada suerte. Su dueño, descontento con él y con el servicio oficial, lo destrozó en China como medida de protesta.
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Publicado: 14/05/2013 19:30
Seguro que conocéis algún caso, o por lo menos habéis oído hablar de él, en el que el propietario de un coche remueve cielo y tierra ante la insatisfacción con él, casi siempre por múltiples averías. Arreglas un problema y te sale otro nuevo, o bien un problema recurrente ante el cual el taller no da cumplida respuesta, reproduciéndose de nuevo y suponiendo un pozo sin fondo por el que se escapa el dinero, arreglo tras arreglo.
La complejidad (sobre todo electrónica) de los coches modernos es cada vez mayor, pero pese a ello no tenemos la sensación de que los coches actuales sean, por lo general, más problemáticos o menos fiables que los coches de hace décadas, aunque sí mucho más complicados de reparar. Quizás no sea un caso muy frecuente, afortunadamente, pero todavía ocurre de vez en cuando, cuando te toca la china (nunca mejor dicho en este caso) de una unidad especialmente problemática (y en esto no importa demasiado el fabricante o el modelo).
¿Qué hacer en un caso así? Una de las soluciones, además de las quejas y reclamaciones ante el taller, la marca y organismos oficiales, suele ser el pataleo. No sería el primer coche que se pasa los días aparcado delante de un concesionario oficial con un amargo y visible cartel para protestar por la "mala calidad" del coche y sus frecuentes problemas, pero hay soluciones mucho más radicales todavía, como esta vista en China.
El propietario de este Maserati Quattroporte no estaba demasiado contento con el trato dispensado por su concesionario oficial en lo relativo a una reparación y al mantenimiento del vehículo. Pese a que intentó solucionar el problema por todos los medios, al parecer la respuesta por parte del concesionario y de la propia Maserati fue inexistente. Y seguramente, con el paso del tiempo su encabronamiento fue a mayores. ¿Solución? Esperar al recién inaugurado Salón del Automóvil de Qingdao y destrozar el coche delante de los periodistas como medida de protesta y presión.
La jugada no le salió mal en cuanto a cobertura mediática, con toda la prensa dando cuenta del suceso y propagándose la noticia rápidamente a través de internet. Claro está, la desesperación del propietario se llevó por delante su flamante Maserati Quattroporte, un modelo que en China se comercializa por unos nada despreciables 350.000 euros.
Armado de unas mazas y con la ayuda de más manos voluntariosas, el pobre Quattroporte quedó completamente destrozado a nivel exterior, con su chapa y cristales pidiendo auxilio. ¿Doloroso? Mucho. ¿Llamativo? También.
Fuente: CarNewsChina.com