Las lógicas dudas de M-Sport
M-Sport no ha presentado su inscripción como 'fabricante' en el WRC, lo que ha obligado a la FIA a retrasar el plazo una semana con el fin de intentar convencer al preparador de Cumbria. Dudas lógicas en el equipo británico.
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Publicado: 22/12/2015 21:30
M-Sport tiene una gran decisión por delante. La formación no ha presentado su inscripción para formar parte del Mundial de Rallies 2016 como constructor oficial y aunque la FIA ha dilatado el plazo en una semana, las cosas no están claras. El equipo de Malcolm Wilson se debate entre inscribirse como 'fabricante' en el WRC y por lo tanto tener la obligación de participar en todas las pruebas del calendario de la próxima temporada o por el contrario competir como equipo privado, perdiendo algunas ventajas pero consiguiendo saltarse la limitación de test para desarrollar el World Rally Car de 2017.
El principio, el plazo de inscripción de la FIA se cerraba el 19 en diciembre, pero la Federación Internacional de Automovilismo ha retrasado una semana su decisión con el objetivo de ayudar y convencer a M-Sport para que esté en las pruebas extra europeas (México, Argentina, China y Australia). En juego está tener una nómina de World Rally Car decente en estas pruebas, ya que el equipo privado Abu Dhabi Total WRT (equipo privado Citroën) ya ha confirmado que pondrá en competición hasta tres Citroën DS3 WRC, pero sólo en las pruebas disputadas en territorio europeo. De lo contrario, podemos ver listas de inscritos irrisorias.
En cualquier caso, hay muchos matices en juego. Sí M-Sport finalmente no se inscribe como constructor oficial, además de no puntuar en el Campeonato de Constructores, los programas de sus pilotos se pueden ver afectados. La ausencia en las pruebas extra europeas de Mads Ostberg, Eric Camilli y Lorenzo Bertelli no sería única, ya que los pilotos privados que compiten con unidades del Ford Fiesta RS WRC recurren a la logística y soporte del equipo. Con este argumentario, M-Sport y FIA deben negociar y quizá sea el momento de rebajar las exigencias a los constructores oficiales.