Lola Cars regresa a la competición junto a Yamaha y desarollará un tren motriz para la Fórmula E

Lola Cars regresa a la primera plana del mundo de la competición. La icónica firma ha llegado a un acuerdo con Yamaha Motor Company para desarrollar y suministrar un tren motriz válido para la Fórmula E. Esta asociación supone la primera gran apuesta de Lola para restablecer su imagen como líder en diseño e ingeniería en el automovilismo deportivo en una nueva etapa tras la bancarrota de la compañía en 2012.

Hablar de Lola Cars es hacerlo de una de las firmas con una trayectoria más exitosa en el mundo de la competición, siendo protagonista en disciplinas y categorías de lo más diversas. Ahora, la nueva Lola afronta el desafío de desarrollar un tren motriz para la Fórmula E con la colaboración de Yamaha Motor Company. Este tren motriz estará disponible a partir de la 'Season Eleven' del campeonato eléctrico.

El tren motriz de Lola Cars y Yamaha Motor Company estará disponible a partir de la temporada 2024-25 de la Fórmula E

Lola Cars y Yamaha ya han iniciado el desarrollo de este tren motriz en una nueva asociación técnica que tiene como objetivo que alguno de los equipos presentes en la categoría apueste por la utilización de este sistema de propulsión. Parece una tarea difícil, pero en favor de Lola hay dos factores claros, el bajo rendimiento del tren motriz de Mahindra y la finalización de varios contratos de suministro entre equipos y fabricantes al cierre de esta temporada.

En cualquier caso, esta asociación es el primero de varios proyectos importantes que ya están planificados para restablecer la imagen de la empresa británica como líder de la industria en lo que a ingeniería sostenible aplicada a los deportes del motor se refiere. De hecho, la nueva Lola Cars se centra de manera estratégica en tres áreas: la electrificación, el uso del hidrogeno y otros combustibles y el desarrollo de materiales sostenibles.

Desarrollo de un nuevo futuro

Mark Preston, director de competición de Lola Cars, ha señalado: «Estamos encantados de anunciar nuestra entrada en la Fórmula E. Esto es más que una simple oportunidad de devolver el nombre de Lola a las pistas, también es una plataforma fantástica para el desarrollo tecnológico. Lola tiene una gran historia de éxito en lo que a chasis y diseño aerodinámico se refiere y este proyecto nos permite crear una plataforma electrificada para ampliar los planes de Lola en torno al futuro de la tecnología en competición».

Por su parte, Till Bechtolsheimer, presidente de Lola Cars, ha añadido: «Estamos entusiasmados con esta asociación con Yamaha Motor Company para llegar a la Fórmula E. Ser seleccionado como proveedor de uno de los trenes motrices más innovadores del mundo es un testimonio de lo que estamos formando con Lola. El enfoque de este proyecto gira directamente en torno al desarrollo tecnológico. Consideramos que el sistema de propulsión de la Fórmula E tiene interesantes aplicaciones en competición».

Las raíces del pasado

La actual Lola Cars bebe de las raíces de la compañía fundada en 1958 por Eric Broadly, aunque no tiene nada ver con la misma tras la bancarrota que sufrió la empresa en 2012, momento en el que parte de los activos de la firma fueron a parar a manos de Multimatic y Haas Auto. Fue en 2022 cuando Bechtolsheimer y su equipo compraron los activos para refundar Lola Cars desde la nueva sede global de la compañía en Silverstone, Reino Unido.

Con todo, el legado de Lola está ahí y no se puede obviar. Hablamos de una firma que ha producido cerca de 5.000 vehículos de competición con 400 especificaciones distintas. Lola ha logrado grandes éxitos en Fórmula 1, Le Mans, IndyCar, turismos, Can-Am y en distintas series de monoplazas. Ahora empieza una nueva etapa de la mano de Yamaha, ampliando a su vez la histórica relación de Lola Car con Japón.

Fotos: FIA Fórmula E