Lorinser Puch G, una exclusiva restauración con herencia militar
El preparador alemán transforma una versión militar del Mercedes Clase G en una elegante autocaravana. Lorinser adapta la caja trasera para alojar una cómoda vivienda, incluyendo también una pequeña cocina., una nueva vida para uno de lo smodelos más clásicos del mercado como es esta versión del Clase G 230 de 1993.
3 min. lectura
Publicado: 07/05/2020 08:00
Es una unidad única en el mundo, una adaptación del Mercedes Clase G de 1993 utilizado como vehículo militar del ejército suizo, con 88.000 kilómetros a cuestas. Parece un anuncio de compra-venta de coches de ocasión, pero realmente se trata de una de las obras más atractivas de la división de clásicos de Lorinser, un preparador alemán.
Desde el fabricante señalan que el interés por restauraciones tan especiales como este Lorinser Puch G es muy grande, que se basa en la versión de gasolina 230 GE, equipado con un motor de gasolina, de cuatro cilindros con una potencia máxima de 116 CV y asociado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades, con tracción total y bloqueo del diferencial trasero.
Y ahora la parte de restauración, que ha acumulado horas de trabajo. Por fuera, toda la carrocería se ha pintado en un tono especial de verde mate con toques grisáceos, mientras que la parte delantera del habitáculo. Reforzando el carácter de todo-terreno, se han montado neumáticos especiales con llantas inspiradas en el Dakar, se han ensanchado las vías con unos espaciadores de ruedas y se han añadido faros LED.
La parte de carga ofrece sus posibilidades de transformación en autocaravana, gracias a una amplia distancia entre ejes. La cubierta rígida es la misma del modelo de serie, convenientemente restaurada y protegida con un aislamiento térmico. El detalle exterior más relevante, la reproducción del mapa mundi de Petrus Bertius del siglo XVII.
La creación de Lorinser sobre el Puch G presta una especial atención al detalle, con calefacción auxiliar, una toma de corriente de 220 V que se alimenta d e dos grandes paneles solares colocados en el techo. El Puch G es una demostración de aprovechamiento del espacio: el único electrodoméstico de cocina es un microondas, pero dispone de fregadero y baño con tanque de agua, mesa plegable y dos camas plegables.
Además, cuenta con armarios empotrados, las ventanillas en los laterales ofrecen una apertura de corredera y la del techo ejerce de claraboya, también con un sistema de apertura inclinable. Adaptable a todas las exigencias de los clientes, la de este clásico en particular tiene un precio de 69.000 euros.