Los coches compartidos de Zity podrán moverse por Madrid mediante conductores remotos
Una de las claves del negocio de coches de alquiler por minuto es que estos estén el mínimo tiempo parado, lo mismo que los aviones. Zity by Mobilize implementará en sus coches lo necesario para que puedan ser trasladados por conductores que no estarán detrás del volante.
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Publicado: 06/10/2021 22:00
Existe un término medio entre el coche autónomo y uno conducido normalmente, que el conductor no se encuentre físicamente en el vehículo, pero aparentemente se moverá «solo». La imagen de un coche que vaya por Madrid sin nadie al volante, moviéndose como si nada en el tráfico urbano, no tardaremos en verla.
Zity by Mobilize, la iniciativa conjunta de Ferrovial y Renault para alquilar coches por minutos (o días) en Madrid y París, ha encontrado una forma de que sus costes reduzcan: que los vehículos puedan moverse de un punto a otro para su puesta a punto e higienización sin tantos traslados de sus empleados. Un ahorro de tiempo y de dinero.
¿Cómo se puede lograr tal cosa? Convertir los coches para poderse utilizar de forma remota. Para que un coche pueda ser conducido remotamente básicamente hace falta integrar los controles básicos, tener una buena visualización del entorno mediante cámaras y sensores, y una conexión a Internet 5G fiable, rápida y estable.
Zity ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid y la Dirección General de Tráfico para una experiencia piloto. En nuestro país es toda una anomalía que un vehículo se mueva por una vía pública sin que haya nadie conduciéndolo en persona, pero a fin de cuentas con alguien que lo está controlando.
La empresa de movilidad quiere aumentar la rentabilidad de su parque, reduciendo aquellas pérdidas de tiempo que son achacables a los desplazamientos que son inherentes a la actividad como la suya. Los coches, como son eléctricos, precisan de vez en cuando una recarga o que sus interiores sean higienizados -cosa de la pandemia-.
Estos plazos se acortan sustancialmente si los vehículos pueden desplazarse a sus bases con conductores remotos. Como comentamos en el caso de Vay, una empresa alemana de propósito similar, la profesión de conductor remoto o teleconductor va a empezar a sonar en el abanico de nuevas profesiones.
Zity dispondrá de un centro de operaciones y control, desde donde sus conductores tendrán una reproducción de un puesto de conducción, los mandos básicos y una visión panorámica de lo que recojan las cámaras de los coches. Además, los sensores de obstáculos podrán alertar antes al operador de la cercanía de un peligro.
La situación puede ser similar a la que vimos de un operador de Vay. Para el conductor desde luego supone un aumento considerable de su seguridad, ya que no está expuesto a los avatares del tráfico real, solo el vehículo, y para eso están los seguros. Además, es mucho más fácil llevar un control horario que respete sus jornadas, todo es más previsible. Por otro lado, se reduce la probabilidad de contagios de COVID-19.
Ahora mismo Zity tiene una flota conjunta de 1.300 coches, Renault ZOE y Dacia Spring, que prestan servicio en las capitales española y francesa. Progresivamente se irán instalando los kits, consistentes en cámaras de vídeo, ordenador para procesamiento de información, sensores y dispositivos que «engañen» al coche y manipulen su acelerador, freno, cambio, intermitentes, etc. El vehículo «no notará la diferencia».
Esta experiencia piloto puede sentar las bases para que otras empresas se animen a hacer lo mismo, o por el contrario, que el coste añadido de esta tecnología no acabe compensando los beneficios en horas/hombre que se ahorran en desplazamientos entre los coches y la base, y viceversa.
Pero sin duda esta tecnología será un parche ante lo que vendrá evidentemente después, que mediante conducción autónoma estos coches puedan no solo irse a recargar o ser higienizados -si es que sigue haciendo falta-, también podrán ir a recoger a sus clientes in situ, como los taxis/VTC, o que se vayan solitos a aparcar o a por otro cliente.
Lo más cercano a esa visión es la de la empresa alemana Vay, cuyos coches serán conducidos remotamente hasta el cliente que necesita un coche de alquiler durante un rato. Al finalizar el servicio, un teleconductor se hace cargo del mismo y ni hace falta buscar aparcamiento. Bienvenidos al futuro.