Lotus pretende transformarse en una marca de eléctricos de volumen, con matices, sin fecha y para el que necesita un nuevo perfil de cliente

El catálogo de Lotus es cada vez más eléctrico. La marca británica ha pisado el acelerador y en poco más de un año ha presentado dos modelos de cero emisiones, ambos con carrocerías inéditas en su gama de productos y con las que no se había atrevido antes: un SUV y una berlina. El primero está empezando ya su comercialización en el mercado europeo y el segundo lo hará en el transcurso de 2024.

Los novedosos Lotus Eletre y Emeya suponen un importante punto de inflexión en una marca que, hasta ahora, no contemplaba la deportividad de otra forma que no fuese a bordo de coupés y roadster dos plazas, quedando solamente el Emira para los amantes de este tipo de modelos y al que se ha sumado recientemente una versión de cuatro cilindros para tratar de potenciar sus ventas antes de que salga más por la puerta de atrás que por la de delante.

Lotus cambia de modelo de negocio, deportivos pero más familiares

Los de Hethel han dado un importante paso adelante en su historia apostando por los coches eléctricos, pero no para todos los clientes, solo los de un muy alto poder adquisitivo que puedan pagar su avanzada tecnología desarrollada con el importante respaldo financiero de Geely. La joya de la corona del gigante automovilístico chino,y que ahora se ha marcado un nuevo reto en paralelo al desarrollo de nuevos modelos: vender 150.000 unidades anuales en un futuro, pero al que no le han puesto fecha.

Niels de Gruijter, director ejecutivo de la división europea de Lotus ha confirmado este extremo en una entrevista, en la que ha señalado que «Dentro de unos años queremos vender 150.000 coches al año en todo el mundo. Un papel importante está reservado para la nueva plataforma sobre la que construiremos varios modelos nuevos. Estos se implementarán uno por uno en los próximos años». El holandés es consciente de que conseguir semejante desafío para una marca como Lotus implica no solo contar con una sólida gama de modelos, sino también una red de concesionarios en los principales mercados europeos y también traspasando fronteras.

Lotus no perderá su genética pero se adaptará a otros clientes

Gruijter ha confirmado dos detalles que son clave para la marca a la que representa y es que, ante todo, no perder su esencia y encontrar un nuevo tipo de cliente. El alto cargo ha confesado que «Tenemos que cambiar a un nuevo grupo objetivo para Lotus. Lotus ya no sólo fabrica coches deportivos, sino también coches familiares. Es importante que no perdamos de vista la historia y conceder gran importancia a los valores fundamentales de la historia», lo cual pasa por demostrar que las prestaciones y fiabilidad de sus dos modelos, fabricados en China, están tan a la altura de los dos reyes de la categoría, el Taycan y el Tesla Model S.