Luca de Meo, CEO de Renault, lanza la voz de alarma en Europa y demanda apoyos, el plazo de 2035 no es realista
En Europa todos miran a 2035 como un año de suma importancia. Bruselas ha fijado un rumbo eléctrico tan ambicioso que ahora mismo no parece que se vaya a cumplir. Europa está abierta a nuevas decisiones.
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Publicado: 24/07/2024 07:00
El objetivo de cero emisiones propuesto por la Unión Europea es un reto al que tienen que enfrentarse todos los miembros partícipes de la industria, desde los fabricantes hasta los conductores. Bruselas ha fijado el año 2035 como el año del cambio. A partir del 1 de enero de 2035 no podrán venderse, salvo excepciones, coches de combustión en el mercado comunitario. La fecha parece lejana, pero hoy por hoy no se están dando las condiciones ideales para que ocurra semejante transformación. El CEO de Renault, Luca de Meo, alerta sobre el estado eléctrico: «no estamos en el camino correcto».
Retrocedamos un año, a febrero de 2023. Fue entonces cuando el Parlamento Europeo aprobó la normativa de transporte para 2035. Tras avisar durante un tiempo, los representantes europeos tomaron una medida arriesgada y que si bien fue aceptada por las marcas, no contentó a una parte fundamental en el proceso, los clientes. El mercado ha hablado y está hablando. El 2024 puede ser un año negativo para los intereses de electrificación. La cuota de mercado es muy desigual en función del país. Las ventas parecen haberse estancado y muchos conductores están esperando a una nueva generación de vehículos para dar el paso.
Europa da un primer paso para introducir una enmienda de cara a 2035
La gran pregunta es ¿cuándo llegarán esos prometidos coches eléctricos baratos y funcionales para todo el mundo? La primera oleada de vehículos surgirá en 2025 de la mano de modelos tan importantes como el Renault 5 o el recién presentado Hyundai Inster. Coches de precio razonable, por debajo de los 25.000 euros que aspiran a conquistar muchas ventas. Sin embargo, el problema es que esos coches no suplen a los actuales ya que son vehículos muy pequeños y presentan un alcance medio. No son lo suficientemente polivalentes para los conductores para el estado de la red de carga actual.
China se ha propuesto ocupar ese hueco eléctrico que los fabricantes tradicionales hoy no pueden ocupar. Sus coches llegan a Europa con una atractiva propuesta de relación calidad-precio. A pesar de la presión ejercida desde el este, Luca de Meo, también máximo responsable de la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos (ACEA), asegura que todas las marcas necesitan reducir los costes para poder cumplir con los objetivos fijados por Bruselas. Las marcas se enfrentan a duras sanciones si no son capaces de cumplir con los objetivos de emisiones. Para poder cumplirlos, tal y como especifica de Meo, las marcas tendrán que invertir 10.000 millones de euros a partir del próximo curso.
Una cifra nada desdeñable que tendrá una desagradable repercusión, los precios de los coches aumentarán. Aún más de lo que ya han subido. Las reservas de vehículos nuevos están cayendo y nada parece indicar que vayan a aumentar considerablemente en los próximos años. Según de Meo este no es el camino correcto y no es la primera vez que lo alerta. Se necesita flexibilidad y un plan alternativo si finalmente las matriculaciones de vehículos eléctricos se mantienen a la baja. Desde la ACEA reclaman una nueva agenda, más realista para todos, tanto para las marcas como para los conductores. También para la infraestructura, claramente retrasada con sus proyecciones.
Desde Europa han dado el primer paso para un nuevo entendimiento, aunque mantienen en 2035 como fecha límite. La recién reelegida presidenta, Ursula von der Leyen ha admitido que los combustibles electrónicos pueden ser la tabla de salvación. Bruselas pretenden admitirlos como enmienda, pero sólo en el específico caso de que estos tengan una huella de carbono neutra. Es un primer paso en una negociación que promete durar mucho tiempo. Un tiempo que Europa no tiene. Los compradores están inmersos en un mar de dudas a la hora de comprar un nuevo vehículo. No saben qué opción tomar ya que ni los dirigentes son capaces de aclararse.
Fuente: Les Echos