La Comunidad de Madrid luchará contra la contaminación con medidas impopulares

Autovía M-40 - Fotografía: Daniel Lobo (Flickr) CC BY

Hasta la fecha, las medidas para paliar la contaminación en el transporte venían solo de la capital en la Comunidad de Madrid. Esto puede cambiar a lo largo del año que viene, y lo sabremos la próxima semana. El gobierno autonómico prepara medidas que trasciendan los límites de la capital.

Debido a la ley 34/2007, que transpone una directiva europea, los municipios de más de 100.000 habitantes deben tener planes para reaccionar a episodios de alta contaminación. En el caso de Madrid, eso pasará en municipios de más de 75.000 habitantes, ya que la ley permite que en el ámbito autonómico se vaya más allá.

Estarán por tanto afectadas también Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Las Rozas, Leganés, Móstoles, Parla, Pozuelo, Rivas Vaciamadrid, San Sebastián de los Reyes y Torrejón de Ardoz. No solo eso, se podrán aplicar restricciones circulatorias a nivel autonómico.

El protocolo distinguirá cuatro escenarios posibles, en función de la contaminación:

• Escenario 1: Los niveles de óxidos de nitrógeno empiezan a subir, las autoridades avisan de la posibilidad de medidas más duras y se promocionará el transporte público.
• Escenario 2: Además de los avisos a la población, se limitará la velocidad a 90 km/h en la M-45 y M-40, así como las vías en el interior de su perímetro. Más allá, se recomendará circular a 70 km/h en las vías autonómicas (red secundaria).
• Escenario 3: las vías radiales (A-1 a A-6) tendrán una limitación a 100 km/h fuera del perímetro de la M-50, se recomendará reducir el uso de la calefacción y se actuará a nivel empresarial. El transporte público será reforzado.
• Escenario 4: Además de lo dicho, se limitará la velocidad a nivel autonómico.

En los dos últimos escenarios puede haber restricciones circulatorias por categoría de emisiones de los vehículos, es la recomendación de la Comunidad de Madrid para los municipios. Si no, la limitación tendría que hacerse en base a matrículas pares o impares, excepciones aparte.

Distintivos medioambientales de la DGT

Esto significa, a grandes rasgos, que los que utilicen vehículos de cero emisiones (eléctricos y enchufables) no tendrán problemas para moverse en toda la comunidad, y que los que tengan modelos ECO (híbridos o de gas) tendrán más facilidad para moverse que los que tengan diésel y gasolina convencionales.

Lógicamente las medidas son más probables que se apliquen primero en los vehículos sin distintivo ambiental, los anteriores a Euro 3 en gasolina y anteriores a Euro 4 en diésel. No existen precedentes de limitación de circulación a esa escala a nivel autonómico ni nacional.

Estas medidas pueden influir mucho en las ventas de modelos de bajas emisiones, ya que Madrid representa casi un tercio de las matriculaciones españolas. Solo las limitaciones para entrar a Madrid, que son pocos días al año, han empujado a mucha gente a adquirir modelos ECO o -en menor medida- etiquetados como 0 emisiones.

Los madrileños y conductores en tránsito se enfrentan a reducciones del límite de velocidad a nivel masivo en 2018

Será muy difícil que haya episodios de contaminación que afecten a tanta gente, pero ya quedarán las herramientas legales para actuar. Ahora mismo Madrid capital solo puede tomar medidas dentro de su ámbito, ¿y qué pasa con la periferia? Ya hemos visto conflictos, como el que planteó el regidor de Alcorcón hace unos meses.

El nuevo Plan Azul + quiere mejorar la coordinación entre administraciones públicas

A buen seguro estas medidas no serán populares y tendrán bastante oposición por parte de los conductores que no puedan o quieran cambiar de vehículo, las retenciones que pueden provocarse por reducir la velocidad en las grandes arterias madrileñas o las limitaciones para circular.

Tal vez no sería necesario llegar tan lejos si la mayoría de la población tuviese cerca su centro de trabajo y el colegio -en caso de llevar a los niños en coche-. La intención es buena, preservar la salud, pero en una fase inicial los madrileños tardaremos en aceptar cambios de semejante calado.

Fuente: El Mundo