Lumma Design presenta el nuevo kit deportivo para el Mercedes Clase G
Es uno de los auténticos todoterrenos, que no SUVs, que quedan en el mercado, y protagonista de grande preparaciones por auténticos especialistas. El Mercedes Clase G sirve también base a los expertos de Lumma Design para una nueva creación, el CLR G770 R. Un paquete de mejoras estéticas que aumenta la deportividad.
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Publicado: 03/11/2020 20:00
El Mercedes Clase G impresiona por cada costado, y mucho más cuando te lo cruzas en carretera, con una conducción imponente. Mucho más cuando se trata del Mercedes-AMG G 63, una auténtica bestia que no solo luce deportividad, sino un soberbio nivel de fuerza y potencia con un sonido del motor realmente embriagador.
Algo que saben muy bien los preparadores de medio mundo cuando lo utilizan como base para sus creaciones, porque el modelo de Lumma Design que, bautizado como Lumma CLR G770 R y que podría dar cuenta de un nuevo límite de potencia, más parece el código del propio equipamiento.
Sonido y una estética más bruta se citan en el Mercedes Clase G gracias a Lumma Design
Porque este programa de personalización es solo eso, da una nueva imagen al todoterreno alemán pero no retoca las prestaciones y, además, solo está disponible para las versiones diésel a la venta, los G 350 d y G400 d. Un paquete que comprende paragolpes delantero -por cierto, prácticamente convertido en una gran toma de aire dada la apertura total de la pieza- y trasero nuevos, el capó del motor específico con el añadido de fibra de carbono con una toma de aire adicional o el spoiler posterior.
Por encima del parabrisas, los de Lumma también han instalado una tira extra de faros LED que proporcionan un extra de iluminación en la carretera y en las zonas más oscuras. Por supuesto, la monta de llantas de aleación también es especial, de hasta 24 pulgadas, auténticos «rodillos» con gomas de asfalto de diferente medida delante y detrás, aumentando más todavía la agresividad.
Los de Lumma Design sí se han inclinado por dar una nota melódica más especial. Y este sistema de escape, que ha sido desarrollado especialmente para el exclusivo AMG G 63, consta de dos silenciadores traseros con solapas controladas electrónicamente, y sumando dos tubos más a los cuatro que sobresalen por los laterales. Acabados en en negro o en acero inoxidable. En los diésel, solo dos y pintados en negro.