Manhart pone al BMW M8 Competition en el más alto nivel de prestaciones
Diseñado para los que el BMW M8 Competition no es suficiente, Manhart aprieta todavía más al exclusivo deportivo de los bávaros. Una estética más ajustada al tope de la gama Serie 8, con componentes hechos en fibra de carbono, pero que no superan las modificaciones implantadas en el motor, que se convierte en ejemplo de fuerza bruta.
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Publicado: 18/05/2020 16:00
No hay nada por encima del BMW M8 Competition en la gama de la marca alemana, siendo el verdadero tope de toda la gama, con unas salvajes prestaciones a la misma altura de deportivos de envergadura. Porque BMW siempre ha puesto a la nueva generación de su Serie 8 Coupé como un digno competidor del Aston Martin DB11.
Pero a este preparador no le es suficiente con las prestaciones que ofrece de serie el gran representante de BMW M, necesita más y así lo ha reflejado en su último ejercicio de tuning. Llama la atención más por el vinilo decorativo en color oro que recorre la carrocería con una franja ancha, al igual que los rebordes de las tomas de aire también del mismo color, que por cualquier otro de los detalles implementados para aumentar la agresividad.
Lo cierto es que los técnicos de Manhart han dado una apariencia propia que lo distingue visualmente del M8 más salvaje, con un nuevo spoiler en el borde del paragolpes delantero, uno más en el borde de la tapa del maletero y un difusor de nueva factura. Las llantas de aleación se presentan en negro y oro, de 21 pulgadas de diámetro y montadas en neumáticos de diferente medida, de 265/30ZR21 delante y 305/25 ZR21 detrás. Para el interior, Manhart ofrece insertos de carbono en el volante y las levas de cambio.
Las mejoras implantadas en el motor V8 de 4.4 litros biturbo obligan también a variar la configuración del chasis, por lo que la suspensión cuenta con nuevos muelles que reducen la altura de la carrocería al suelo en 30 milímetros. Para los frenos, se montan discos de acero convencionales, pero se puede pedir un equipo de discos carbocerámicos, necesario para parar al nuevo MH8 800, como se le conoce en la firma. Y es que el modelo de producción en serie es capaz de alcanzar hasta 305 km/h, gracias a sus 625 CV de potencia máxima y sus 750 Nm.
Pero se convierte no solo en el deportivo más potente y más bruto en potencia, sino también en el más rápido del mundo, gracias a una nueva unidad de control del motor que eleva la potencia máxima hasta 823 CV y el par motor a 1.050 Nm. Traducido a prestaciones, de cero a 100 km/h en 2,6 segundos y hasta 200 km/h en 5,7 segundos. Una cifra lograda también por el nuevo enfriador de aire y un nuevo silenciador trasero de acero inoxidable, que elimina el catalizador.