9 útiles consejos de mantenimiento para el coche en primavera
El largo invierno ha quedado atrás y es momento de volver a realizar una revisión a nuestro vehículo con el fin de prepararlo para las salidas de fin de semana o rutina diaria en condiciones primaverales. Esto es lo que debes tener en cuenta.
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Publicado: 17/03/2021 19:30
El mantenimiento de un automóvil se basa en los mismos principios durante todo el año: controlar el desgaste de cada uno de sus elementos y realizar las operaciones de mantenimiento o sustitución según lo aconseje el fabricante.
Pero cada estación del año cuenta con sus particularidades y no todos los componentes de un vehículo son igual de importantes o deben rendir al mismo nivel en primavera, verano, otoño o invierno.
En el pasado hemos hablado de todo lo que debemos tener en cuenta para una conducción invernal eficaz, así como de los puntos a tener valorar para completar una revisión efectiva en la estación más fría del año, pero con la llegada de la primavera debemos tener en cuenta algunas diferencias directamente relacionadas con las particularidades de la misma.
Los neumáticos
Aunque en determinadas zonas la primavera sigue siendo propicia para las lluvias (especialmente durante la primera mitad de la misma), no es probable que el frío y la lluvia vuelvan a aparecer y a buen seguro el calor comenzará a predominar en el día a día.
Por eso, lo ideal es retirar los neumáticos de invierno para preservar su duración -si es que los utilizamos-, pasando a utilizar unos neumáticos de verano que nos ofrecen mejores prestaciones en dichas condiciones.
Independientemente de eso, debemos revisar el desgaste, la presión y el estado general para asegurarnos de que contamos con unos neumáticos en buenas condiciones, ya que en la práctica son la clave de nuestra seguridad al ser el único elemento que conecta al vehículo con el asfalto.
Limpiaparabrisas y escobillas
Como ya hemos dicho anteriormente, la primavera es propicia en tormentas y chubascos, por lo que mantener en buen estado las escobillas y los limpiaparabrisas tras un duro invierno es primordial también.
Además, en esta época la carretera suele ganar en suciedad, aceites y combustibles, por lo que cuando llueve, es habitual que los vehículos proyecten una estela de agua sucia que nos puede poner en apuros si no contamos con un sistema de evacuación en buenas condiciones.
Debemos comprobar que el sistema funciona y que las escobillas no están deterioradas y limpian uniformemente la luna delantera, así como que tenemos el depósito de líquido limpiaparabrisas lleno.
Luces
Este punto es importante en cualquier momento del año, pero no cabe duda de que lo es aún más en la época de días más cortos con más horas de circulación nocturna.
Si bien a finales de marzo estas se reducen ya considerablemente a consecuencia del cambio a horario de verano, no viene mal revisar que todas las luces y faros funcionan adecuadamente. Esto es como el cinturón de seguridad, basta no usarlo una vez y tener un accidente para lamentarlo toda la vida.
Carrocería
El invierno es muy duro para todos los elementos de un vehículo y la carrocería y la pintura no se salvan de ello. Al terminar el mismo, es recomendable inspeccionar la carrocería y los bajos del coche para comprobar que no se ha producido corrosión u oxidación por acción de la sal, la nieve, el hielo o la lluvia.
Este tipo de problemas, especialmente habituales en zonas de costa en las que la humedad ambiental es constante, es mejor atajarlos con prontitud para no tener que asumir una reparación más costosa en el futuro. Y, en todos los casos, una limpieza a fondo de todo el vehículo es siempre una buena idea.
Filtros
Este punto es especialmente importante, pues con la primavera prolifera la floración y con ella la aparición de las alergias. Desde el punto de vista del ocupante del vehículo, sustituir o limpiar el filtro del habitáculo o antipolen es una operación obligada para no agravar los síntomas propios de las alergias.
Desde el punto de vista del funcionamiento del vehículo, es especialmente importante hacer lo mismo con el filtro de aire, aunque sin perder de vista el mantenimiento periódico de los filtros de aceite y combustible.
Aire acondicionado
Directamente relacionado con el punto anterior está el aire acondicionado, pues el filtro del habitáculo es el encargado de purificar el aire que proviene del exterior cuando conectamos la calefacción o el mencionado aire acondicionado.
Debemos comprobar que funciona y enfría adecuadamente y, recuerda, si es necesario realizar una recarga de aire acondicionado antes habrá que detectar la fuga que ha hecho que el gas se haya perdido.
Niveles
Revisar los niveles del coche es algo que debemos en algún momento del año de forma periódica y habitual, por lo que si tienes la costumbre de hacerlo con cada cambio de estación, aquí estamos para recordártelo.
Desde el nivel del aceite, hasta el del líquido de frenos pasando por el líquido refrigerante, del de la dirección o el que ya hemos mencionado antes, el del parabrisas.
Batería
La batería es uno de esos elementos que sufre especialmente con el frío extremo, por lo que no viene mal revisar la carga y estado general con el comienzo de la primavera. No te pierdas este artículo sobre todo lo que hay que saber para comprobar el estado de la batería del coche.
Pastillas y discos de freno
Los elementos ferrosos sufren con la humedad y, aunque en el caso de los frenos no es habitual que la oxidación se convierta en un problema gracias a la fricción, no está de más comprobar que los elementos adyacentes a los discos y pastillas se encuentran en buen estado.
Obviamente, también es aconsejable comprobar el desgaste y la conveniencia de un hipotético cambio de pastillas y/o discos de freno.
Las reparaciones más habituales en primavera
Finalizamos este artículo de recomendaciones para una conducción segura en primavera con un repaso a las operaciones de mantenimiento o reparación más habituales en esta época del año.
Según Autingo, las que más se realizan en los talleres españoles entre los meses de abril y junio son el cambio de pastillas de freno delanteras (por un coste aproximado de 75 euros), la batería (unos 89 euros), el siempre importante cambio de aceite y de filtro de aceite (desde unos 67 euros dependiendo de la calidad y cantidad del lubricante), el filtro del habitáculo (unos 44 euros) y el filtro del aire (por unos 88 euros).
Fotos: Pixabay