Mar en calma para Márquez en la marejada de sus rivales

Marc Márquez sigue en otro planeta. Ese en el que ser segundo también es una victoria. Así fue al menos en el TT Assen, donde el piloto de Honda reafirmó su liderato de MotoGP pese a cruzar la meta por detrás de Maverick Viñales. El remanso de paz en el que vive Márquez es el contraste perfecto con la situación de Jorge Lorenzo, lesionado de la sexta vértebra dorsal en Assen y de baja hasta después del parón veraniego. También con la de sus rivales, toda vez que en Ducati viven su propia guerra civil, en Yamaha las alegrías nunca son completas y en Suzuki se vive una de cal y otra de arena.

No es de extrañar, por lo tanto, que Marc Márquez celebrase su segundo puesto en el GP de los Países Bajos como si fuera una victoria. No obstante, el #93 tiene 44 puntos de ventaja sobre Andrea Dovizioso, su más inmediato perseguidor: "Ha sido un fin de semana increíble en Assen. Viñales ha sido más rápido que yo y he intentado evitar una batalla con Quartararo al final. Sólo puedo felicitar a 'Mack' por su triunfo, pero para nosotros la parte más importante es que hemos ampliado nuestra ventaja al frente de MotoGP en un circuito complicado".

Aunque Honda vive su particular 'vía crucis' con Lorenzo, las aguas están mucho más revueltas en Ducati. De hecho, en Assen se ha visto como por primera vez Danilo Petrucci ha 'alzado' la voz: "Tengo que tener mucho cuidado con Dovizioso porque es segundo en el campeonato y su objetivo es luchar por el título. Siempre tengo dudas a la hora de intentar hacer un adelantamiento y tomar riesgos cuando peleo contra él. Para poder superarlo tenía que haber tomado riesgos en la última vuelta, no lo hice y perdí el quinto lugar. Es una situación difícil de manejar, estoy entre el yunque y el martillo".

En Yamaha la victoria de Maverick Viñales supuso un soplo de aire fresco que, sin embargo, no oculta el contraste que hay entre sus dos pilotos y el difícil momento que atraviesa Valentino Rossi. De hecho, el #46 se fue al suelo en Assen: "Trate de adelantar a Takaaki Nakagami en la curva 8, pero quizá estaba demasiado fuera de línea. Perdí la parte delantera y también saqué a Nakagami. Tengo que pedirle perdón porque ha sido mi error. Fue un accidente bastante fuerte, así que lo importante es que tanto yo como 'Taka' estamos bien. Ha sido un fin de semana difícil lleno de momentos desafortunados".

Más allá de la caída de Valentino Rossi o incluso de los problemas físicos de Fabio Quartararo en su antebrazo, con los que fue tercero a pesar de todo, en clave de campeonato el accidente de Álex Rins tuvo mayor repercusión: "Fue una pena porque giré un poco más que en curva anterior. Intenté frenar en el mismo punto que en el FP4, pero perdí la moto por completo. El viento creo que jugó un papel importante, porque iba en cabeza. Frené en el mismo punto y tuve un accidente extraño. Sabía que si estaba al frente y empujaba cortaría el grupo porque las Ducati iban al límite. No pudo ser".