Las marcas europeas ponen el grito en el cielo y piden el fin de los "burdos" aranceles contra los coches eléctricos chinos
No todos en Europa están a favor de los aranceles adicionales impuestos a los coches eléctricos procedentes desde China. Los dirigentes de algunos de los principales fabricantes europeos, como Mercedes o Renault, piden soluciones alternativas por estos motivos.

Aranceles, aranceles y más aranceles. De un año a esta parte parece que no se habla de otra cosa en el corrillo de la industria automovilística. El año pasado fueron la Unión Europea y Estados Unidos, en la antigua administración Biden, los que pusieron coto a los coches eléctricos procedentes de China.
Ahora, son los aranceles impuestos por Donald Trump a diestro y siniestro los protagonistas de la escena política mundial. Una actitud que ha puesto a todos en alerta y que ha hecho reaccionar a la Unión Europea, que apenas unos meses después de imponer su arancel adicional, negocia ahora con China para quitarlos.
Lo cierto es que la aplicación de estas tarifas adicionales, de hasta el 45,3 por ciento, dividieron completamente el escenario europeo. Los países de la UE no fueron al unísono, si bien pudieron sacar adelante la propuesta. Sin embargo, la gran mayoría de voces procedentes de las marcas estaban en contra.

Las marcas miden la revisión de los aranceles
Había varios motivos detrás de que las marcas no fuesen tan estrictos contra los fabricantes chinos, cuando son una verdadera amenaza para sus aspiraciones de vender más coches eléctricos aquí en su territorio.
Por un lado, podían temer represalias del gobierno chino, cuando para estos fabricantes, sobre todo los alemanes, tienen un fuerte peso comercial en el mercado del gigante asiático.
Por otro lado, algunas marcas fabrican allí en China algunos coches eléctricos que también sufren de los aranceles cuando los traen aquí a Europa, como BMW con MINI, el Grupo Renault con el Dacia Spring o el Grupo VW con el CUPRA Tavascan, entre otros.

Mercedes y Renault, los últimos en pronunciarse
Las últimas voces al respecto llegan desde el Salón del Automóvil de Shanghái que se está celebrando estos días. El CEO de Mercedes, Ola Källenius, se ha referido al respecto; es una voz autorizada, ya que además es el presidente de ACEA, la asociación de fabricantes de coches en Europa.
«Siempre es legítimo debatir sobre la igualdad de condiciones en un mercado abierto. Pero una barrera arancelaria por sí sola es el instrumento más burdo que se puede utilizar. Esperábamos que la Unión Europea y China encontraran una solución justa y rápida, y por todo lo que he leído y oído, están en conversaciones».
Källenius aporta una visión interesante y del todo realista sobre el asunto: «La historia nos enseña que las economías expuestas a la fuerza de la competencia son las más innovadoras. Eso es lo que queremos».

Volkswagen, BMW y Renault también llevan tiempo pronunciándose al respecto. Luca de Meo, dirigente del Grupo Renault, ha sido uno de los más recurrentes, y en una de sus últimas declaraciones hizo una mirada al pasado que puede servir de ejemplo para el presente y futuro.
«Debemos aprender de nuestra historia: hace 25 años abrimos mercado a Japón a cambio de inversiones. Hagámoslo con China, cediendo un 10–15 % del mercado europeo para atraer capital y reforzar juntos la cadena de valor de los vehículos eléctricos», afirmó Luca de Meo, que ve enormes posibilidades de aprovecharse de la experiencia china en este campo y con la importante inversión que supondría para la economía europea.
«Necesitamos llegar a un acuerdo con China. Lo hicimos con los japoneses, los estadounidenses y los coreanos. No veo por qué no deberíamos hacerlo con los chinos. Ellos quieren hacer negocios, pero a cambio necesitamos tener inversiones de fabricantes chinos, quienes también pueden ayudar a transformar la cadena de suministro y pueden traernos tecnologías, en particular en toda la parte que es la cadena de valor de los vehículos eléctricos», remató Luca de Meo.
