Maserati celebra su centenario, repaso histórico a una marca especial

100 años son muchos años. Muchas marcas no han llegado a cumplir una cifra semejante. Por eso Maserati lo va a celebrar de un modo muy especial. La historia de Maserati está marcada por éxitos, logros, récords y épocas oscuras. Sin embargo cumple 100 años en una forma espectacular. ¡Por 100 años más!

10 min. lectura

Publicado: 02/12/2014 17:00

100 años de historia comprimidos en una sola marca. Un icono del automovilismo en toda su plenitud

Hay marcas que evocan un estilo diferente al resto. Marcas que superan la imaginación y la posibilidad de muchos aficionados, y de los que no lo son. Maserati es, sin lugar a dudas, una de esas marcas. Rodeada por un aurea de misticismo, pasión y deportividad que la convierten en algo único. Su emblema, el tridente de Neptuno, y la marca que lo lleva cumplen 100 años en un estado de forma envidiable y que nos hace pensar que caerán otros 100 sin problema alguno.

El 1 de diciembre de 1914 los hermanos, Alfieri, Ettore y Ernesto Maserati abren la Società Anonima Officine Alfieri Maserati en Bolonia. La primera guerra mundial estaba dando sus primeros y funestos pasos, pero estos tres hermanos decidieron inaugurar un taller de reparación y preparación de motores Isotta Fraschini para competiciones locales. De esta manera la historia de esta particular y excepcional marca dio comienzo.

La familia Maserati contaba con siete hijos, solo tres de ellos lanzaron la firma, que en años posteriores vendieron

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Los siguientes 25 años Bolonia sigue acogiendo a la familia Maserati. En esta época se produce la expansión comercial más significativa de la marca. Los numerosos éxitos en carreras y los récords batidos ayudaron para que el mundo supiera de su existencia. El primer modelo fabricado por ellos también salió de la fábrica boloñesa, el Tipo 26. Con él consiguieron alzarse vencedores de la carrera Targa Florio de 1926, para un año después dominar por completo el campeonato italiano con Ernesto Maserati como su principal piloto.

No cabe duda que la década de 1930 fue la época dorada de la marca. Sus innumerables victorias de los domingos eran la mejor manera de vender sus coches los lunes. Sin embargo los hermanos fundadores supieron que era hora de que Maserati se expandiera, por este motivo cedieron el control de la empresa a la familia Orsi en 1937, mudándose por ello a la ciudad de Módena, lugar actual de la sede de la marca.

El Tipo 26 consiguió dominar el campeonato italiano de turismos del año 1927 con Ernesto Maserati

Los años siguientes la firma italiana empezó a fabricar los primeros coches donde el lujo se situaba al mismo nivel que la deportividad. Sin embargo todos los cambios afectaron al rendimiento de sus coches. El final de esta época tan gloriosa terminó con las victorias en las 500 Millas de Indianápolis de 1939 y 1940. A partir de entonces el régimen e Mussolini obligo a la compañía a fabricar material bélico para la Segunda Guerra Mundial.

Una vez terminada esta oscura e indeseable situación, Maserati volvió a hacer lo que mejor se le daba, fabricar deportivos de calle, pero sobre todo coches de competición. La Fórmula 1 siempre ha sido un escaparte sin igual para las marcas. Los primeros años de esta categoría tuvieron en Maserati a uno de sus principales protagonistas. En 1953 Juan Manual Fangio consiguió acabar segundo tras Alberto Ascari y su Ferrari, archienemigo natural, que a la postre terminaría siendo su dueño.

La rivalidad entre marcas italianas siempre ha sido especialmente feroz. Su pasión y su carácter han ayudado a forjar leyendas

Sin embargo el año siguiente, en 1954, un cambio de tornas provocarían que Maserati se alzara con su primer campeonato, el segundo en la cuenta particular del Chueco de Balcarce. Sin lugar a dudas la dupla Fangio-Maserati tuvo al mejor de los aliados en su coche de ese año, el 250F. Un coche que a día de hoy sigue estando considerado por muchos como uno de los mejores coches de carreras de toda la historia. En palabras de Sir Stirling Moss por el centenario de la marca: “Felicidades por los 100 años de competición. Vuestro 250F sigue siendo la referencia de la perfección”.

Finalmente la temporada de 1957 fue la última en la que la marca del tridente participó en la Fórmula 1. La despedida no pudo ser más gloriosa. El señor Fangio se llevó a casa su quinto título mundial de pilotos, después de vencer en el impresionante Gran Premio de Alemania. Considerada por la mayoría como la mejor carrera de todos los tiempos.

El 250F sigue siendo uno de los coches de carreras más idolatrados de todos los tiempos

En años posteriores toda la capacidad y desarrollo llevado a cabo en el mundo de la competición fue destinada para los vehículos de calle. Consiguieron incorporar tecnologías que hoy son tan comunes que llegamos a pasarlas por alto, como el sistema de inyección de combustible o los frenos de disco. Su modelo estrella durante esa época sería el 3500 GT, cosechando un importante volumen de ventas.

En otro momento de expansión de la marca, Citroën se hace con un amplio paquete de acciones de Maserati, por lo que el control pasó en este caso a manos de los dirigentes franceses en 1968. En apenas siete años de relación los italianos siguieron fabricando sus coches, a la vez que destinaban esfuerzos en el desarrollo de motores V6. Una de esas creaciones acabaría siendo el bloque principal del Citroën SM, del que se fabricaron 12.920 unidades en total.

1975 fue otro año de cambios para Maserati. Su alianza con Citroën se dio por finalizada, dando comienzo a otra época dorada. Un consorcio de empresas, dirigidas por Alejandro de Tomaso se hizo con la dirección. Este, junto con el famoso y refutado diseñador Ghia, dieron comienzo a un periodo muy prolífico de lanzamientos. El Ghibli, el Bora, el Merak, y el Biturbo salieron de la planta modenesa durante estos años.

En 2004, siendo ya propiedad de Ferrari, Maserati relanzó el Quattroporte, el modelo más vendido de su historia

Este periodo continúo hasta 1993, momento en el FIAT se hace con el 100% de las acciones de la marca, que cambiaría de manos apenas cuatro años después, momento en el que el rival Ferrari se hace con el control. Sin embargo las viejas enemistades se dejan a un lado, siendo estos los que realmente realizan un relanzamiento comercial de Maserati, alcanzando una nueva era de gloria en la que se encuentra hoy.

Estamos viviendo una nueva época de Maserati. Un soplo de aire fresco con el que se cumplen los 100 años de la marca

Durante estos años grandes modelos han incorporado el tridente de Neptuno en el frontal. El Quattroporte, cuyo restyling se produjo el año pasado, el 3200 GT ya descatalogado, el más moderno Ghibli, el Gran Turismo, que sigue siendo un referente de deportividad y exclusividad, son algunos ejemplos. A estos se le sumará dentro de poco un concepto que hasta ahora era impensable en la marca, un SUV, el Levante, del cual ya os hemos dado información. Al igual que estamos a la espera de que se inicie la producción del maravilloso Alfieri, en honor de uno de los hermanos fundadores de la marca.

Esta es la breve, pero intensa historia de una marca que por derecho propio se ha ganado el privilegio de pertenecer al olimpo del automovilismo. Un espacio reservado para verdaderos iconos de la deportividad. Maserati cumple 100 años, los actos ceremoniales se irán celebrando durante estas fechas. Esperemos que sigan con este estado de forma, alegrando e ilusionando a aquellos que posiblemente nunca podamos tener uno. Feliz centenario Maserati.

El Ghibli es la última joya de Maserati, una visión moderna de un modelo lanzando en 1966

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