El Maserati MC20 sale de los talleres de Mansory con un brutal kit aerodinámico

Las exigencias de los clientes más exquisitos de Mansory no tienen límite, lo que ha obligado al preparador alemán a desarrollar un nuevo kit estético y aerodinámico para un modelo tan superdeportivo como es el nuevo Maserati MC20. El buque insignia de la marca del Tridente ha experimentado una transformación con este nuevo paquete, aportando un importante extra de deportividad, y mucha más agresividad que el modelo base.

El especialista alemán en tuning ha hecho gala de la destreza y experiencia que acumula en su trayectoria con el uso y tratamiento de la fibra de carbono, apostando por atacar aquellas piezas más débiles en apariencia, sin perder de vista la elegancia del italiano, y también una cualidad muy especial: la discreción, dentro de lo que una bestia como el MC20 llama la atención. El programa de personalización de Mansory cuenta con un nuevo paragolpes incluyendo un fino spoiler en el labio inferior con unos apéndices que se introducen en las frondosas tomas de aire.

El trabajo aerodinámico de Mansory en el Maserati MC20

Esta pieza tiene continuación hacia los nuevos faldones laterales con tres branquias verticales que desplazan el aire que sale despedido de las ruedas, al mismo tiempo que aumenta significativamente la anchura. En la parte trasera, toda la sección inferior es nueva, convirtiendo al paragolpes en un difusor aerodinámico gigante con grandes canalizaciones, integrando la luz de freno de LED al más puro estilo de la máxima competición en el centro de la trasera. Los elevados tubos de escape también ayudan a conseguir el nuevo efecto más agresivo.

Pero es el capó de fibra de carbono y el gran spoiler trasero los que de verdad llaman la atención, La gigante lama cuenta con una gran superficie que genera una carga aerodinámica más que importante, en gran medida gracias a los tres apoyos que la sostienen. Hasta la cubierta trasera es nueva, con una gran toma de aire de admisión en la zona del panel del techo. Por si es poco, Mansory también monta unas llantas de aleación forjadas de 21 pulgadas delante y 22 detrás montadas en neumáticos de bajo perfil, que complementa con una reducida altura de la suspensión al suelo, restando 25 milímetros.

Por lo pronto, Mansory no ha retocado el potente motor de seis cilindros en V y 3.0 litros biturbo. El «Nettuno» permanece intacto, por lo que también mantiene a raya las prestaciones, con el cero a 100 km/h en solo 2,9 segundos, y su velocidad punta de 320 km/h. El único detalle que al preparador alemán le queda por retocar, y que no tardará mucho en elevar la categoría de este superdeportivo a la de hiperdeportivo.