El CEO de Mazda cree que todo coche eléctrico que no sea un Tesla sirve para poco más que decorar en los concesionarios

Masahiro Moro ha reconocido que los coches eléctricos ajenos a Tesla están teniendo muchas dificultades para cumplir objetivos. La desaceleración de la demanda de este tipo de vehículos está obligando a los fabricantes a recortar gastos y producción.

El CEO de Mazda cree que todo coche eléctrico que no sea un Tesla sirve para poco más que decorar en los concesionarios
La industria automotriz se dirige hacia un futuro incierto por culpa del coche eléctrico. - Pixabay

6 min. lectura

Publicado: 05/12/2023 18:05

Mazda es una de las pocas marcas que mantiene la cautela en su estrategia de transición al coche eléctrico. A diferencia de la mayor parte de sus competidores, el fabricante japonés ha trazado un modesto objetivo en este sentido: que únicamente el 25 % de su gama sea eléctrica en 2030.

En esas fechas, muchos fabricantes de automóviles se habrán pasado por completo al vehículo eléctrico. O al menos esa es la teoría, pues lo cierto es que no parece que vaya a ser sencillo si las cosas continúan como hasta ahora.

Sólo Tesla está triunfando

El CEO de Mazda, Masahiro Moro, ha concedido una entrevista a la revista Fortune, en la que analiza la actualidad del mercado en su objetivo de contribuir a la descarbonización del planeta.

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En la misma, el dirigente japonés afirma que «los vehículos eléctricos son una tecnología absolutamente importante y la estamos desarrollando».

Mazda MX-30, un sonado fracaso eléctrico de la firma japonesa en Estados Unidos.

Sin embargo, también recuerda que «los vehículos eléctricos el año pasado eran alrededor del 6 % del mercado. Este año son el 8 %. Y de ese 8 %, el 57 % eran Tesla». Esto lleva a Moro a concluir que «otros vehículos eléctricos no despegan y el inventario se está acumulando».

Dicho de otro modo: sólo Tesla está cumpliendo objetivos y el resto comienza a sufrir las consecuencias de no cumplir con las expectativas de ventas generadas por los vehículos cero emisiones.

Un mercado que no despega y preocupa a los fabricantes

Hay que decir que la argumentación de Masahiro Moro hace referencia al mercado estadounidense, donde Tesla domina con mano de hierro en las cifras de ventas. En otras regiones del mundo, las marcas chinas disfrutan de un éxito destacable. Por ejemplo en Europa, donde poco a poco están consolidándose en los rankings de unidades comercializadas.

Sin embargo, la afirmación de Masahiro Moro es válida en un contexto global en el que cada vez son más las marcas que se están viendo obligadas a ajustar su producción de vehículos eléctricos.

Es el caso de Mercedes con los EQS y EQE, el de Ford con sus planes de expansión para Europa o el de la mismísima Volkswagen. Las causas son muchas, pero la principal es que los vehículos eléctricos siguen siendo muy caros.

Y el hecho de que el consumidor no confíe en las infraestructuras de carga o en los planes de ayudas a la compra contribuye a generar una desaceleración de la tendencia alcista en los últimos meses.

Si bien los datos señalan que en 2023 se han incrementado las ventas de coches eléctricos en un 47 %, algunos fabricantes ya alertan de algo que han detectado en los últimos meses: falta de reservas y pedidos de este tipo de vehículos.

Faltan coches eléctricos baratos

En Estados Unidos, Tesla domina con solvencia el mercado de coches eléctricos, si bien para ello ha adoptado una agresiva estrategia de reducción de precios. Sea como fuere, sigue controlando más de la mitad del mercado y los expertos tienen claro que seguirá siendo el líder durante al menos una década.

Por su parte, Mazda mantiene la cautela de un modo incluso más evidente que Toyota. La firma liderada por Masahiro Moro vendió únicamente 66 unidades del MX-30, el único modelo eléctrico a la disponible en Estados Unidos, y que a consecuencia de ello ya ha sido retirado del mercado.

Tesla tiene un claro camino por delante. El de sus competidores es mas confuso.

Mientras, gigantes del mercado estadounidense como Ford y General Motors reevalúan sus esfuerzos, posponiendo grandes inversiones en fabricación de vehículos eléctricos o rebajando previsiones de producción para 2024.

El germen de esta tendencia que ya vislumbra una transición al coche eléctrico más abrupta de la inicialmente prevista por la industria automotriz es que faltan coches baratos que permitan a la inmensa mayoría de los usuarios cambiar sus vehículos de combustión o híbridos por los eléctricos. Y mientras eso no cambie, las grandes marcas tendrán muy complicado cumplir sus planes de electrificación total.

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