Habrá una nueva generación del Mazda CX-5, pero el SUV compacto japonés no está fuera de peligro

La continuidad de uno de los SUV más importantes de la marca Mazda estaba en duda. Hace tiempo que se venía especulando sobre el futuro del Mazda CX-5. La marca ha estado analizando y estudiando diferentes posibilidades. El pasado mes de febrero ya adelantamos cuáles eran las opciones que barajaba Mazda a la hora de tomar una decisión sobre el futuro del CX-5. Una decisión que finalmente ha sido tomada.

Mazda ha decidido dar continuidad al CX-5. El SUV compacto japonés seguirá con vida y estrenará una nueva generación. Un cambio generacional que es más necesario que nunca a tenor de los movimientos que se están produciendo en el competido segmento C-SUV. Ahora bien, esto no quiere decir que el CX-5 esté fuera de peligro. La estrategia establecida por Mazda implica riesgos.

El Mazda CX-5 tendrá una nueva generación

Un alto cargo de Mazda ha confirmado que el CX-5 tendrá una nueva generación. Sin embargo, este cambio generacional no se producirá a corto plazo. Es decir, el modelo que podemos encontrar actualmente en los concesionarios aún tiene por delante un largo camino que recorrer.

Alastair Doak, Director de Marketing de Mazda en Australia, ha declarado al medio especializado Drive que habrá una nueva generación del conocido SUV compacto: «La alta gerencia ha confirmado que habrá un CX-5 de próxima generación, que está por llegar. Es un modelo de mayor venta a nivel, por lo que tiene sentido».

Los seguidores del SUV compacto de Mazda están de enhorabuena. Este modelo no desaparecerá de los concesionarios. Ahora bien, la renovación, como hemos señalado previamente, se hará de rogar. «Eventualmente llegará un automóvil de nueva generación, pero no es el próximo año», advirtió Doak. Es decir, la nueva generación del CX-5 no será presentada en 2024.

El peligro de retrasar el cambio generacional del Mazda CX-5

Mazda se tomará con calma el cambio generacional del CX-5. El lanzamiento del nuevo modelo se producirá, como muy pronto, en 2025. Y lamentablemente eso supone «estirar el chicle» del modelo actual. Con todos los peligros que ello acarrea. La marca nipona se juega perder buena parte de la cuota de mercado que el CX-5 ostenta en el Viejo Continente. Una cuota de mercado que sería difícil de recuperar. El segmento C-SUV es una categoría muy importante en Europa. En ella se concentra buena parte de las matriculaciones de coches nuevos. Por lo tanto, existe una enorme competencia.

A finales del pasado año 2022 el CX-5 sufrió una importante puesta a punto. Una actualización que trajo consigo la ansiada apuesta por la electrificación. Mazda introdujo en la gama la tecnología híbrida ligera (MHEV). Una tecnología que permite lucir el distintivo ambiental ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico) con todas las ventajas de movilidad que ello supone.

Ha sido un paso importante para el CX-5 ya que algunos de sus rivales más directos carecen de este tipo de motorizaciones. Sin embargo, y de cara a la próxima generación, deberá elevar su apuesta por la movilidad sostenible. Una generación que debería ser demorada.