El Mazda MX-5 demuestra la efectividad y eficiencia de los combustibles sintéticos
La decisión de Europa de prohibir la combustión tradicional y apostarlo todo a los eléctricos y al hidrógeno también está haciendo mella en los fabricantes, que ven un futuro muy negro para los coches históricos. El Mazda MX-5 es la cobaya técnica de la marca nipona, que está sometiendo al roadster a unas pruebas con combustible sintético y resultados esperanzadores.
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Publicado: 11/12/2022 08:00
Mazda acumula largo tiempo probando nuevas tecnologías para sus futuros modelos. La firma de Hiroshima no se ha embarcado todavía en el hidrógeno, al menos que sepamos oficialmente, pero sí cuenta con una dilatada experiencia en el campo de los combustibles sintéticos, algunos desarrollados internamente a base de microalgas. Es la única forma que consideran para que los clásicos e históricos puedan sobrevivir sin necesidad de realizar modificaciones técnicas en sus motores.
La gran mayoría de los fabricantes apuestan por esta solución, pues todos están de acuerdo en este extremo. La marca nipona ha dado un paso adelante trazando una colaboración con la empresa británica Coryton, especialista en e-fuels. Una alianza en la que el Mazda MX-5 ha sido el protagonista. El roadster japonés, en vías de ser relevado antes de mediados de la década, se ha sometido a unas pruebas con un combustible sintético llamado «SUSTAIN», generado a partir de desechos agrícolas y subproductos no aptos para el consumo humano.
Mazda MX-5
La firma japonesa ha enviado una unidad del Mazda MX-5 equipada con el motor de gasolina 2.0 SkyActiv-G que desarrolla una potencia máxima de 184 CV, sin ninguna modificación técnica, con el objetivo de probar su funcionamiento con este combustible ecológico. La prueba se ha realizado en una ruta por diferentes carreteras de Reino Unido, Gales, Irlanda del Norte y Escocia acumulando un total de 1.609 kilómetros, además de poner al límite sus prestaciones en circuitos.
Los trazados de Anglesey, Oulton Park, Knockhill y Kirkistown fueron escenario de esta exhaustiva prueba, en la que los técnicos japoneses han obtenido unos resultados tan positivos como prometedores. Sin disminución alguna en el rendimiento de este potente motor, también han podido comprobar la efectividad del combustible sintético sobre el consumo.
El resultado es mucho más interesante, pues los 6,9 l/100 km que homologa esta versión, tanto con cambio manual como automático, se ha rebajado considerablemente hasta los 6,2 l/100 km. Un valor que demuestra la eficacia del combustible sintético, y que reafirma los análisis y estudios de las marcas. Un gran resultado también ayuda a rebajar significativamente las emisiones contaminantes. Ahora, falta que Europa considere seriamente incluir a los combustibles sintéticos en la próxima revisión del plan «Fit for 55» prevista para 2026.