La curiosa y secreta historia del origen del McLaren Senna

El McLaren Senna fue presentado en diciembre de 2017 y en ese momento la firma británica nos sorprendió doblemente, pues no solo nos impresionó la radical configuración estética del modelo, sino que nadie había anticipado la llegada de esta nueva línea de producto al catálogo de la firma de Woking. Por lo que su lanzamiento fue todo un acontecimiento.

En aquel entonces, la marca británica lo describió como un modelo de calle que había sido desarrollado especialmente para su uso en pista, por lo que a pesar de que se trataba de un modelo matriculable, este había sido ideado para ofrecer el mayor rendimiento posible en circuito. De ahí su radical estética y configuración aerodinámica, pues el modelo había sido diseñado específicamente para extraer toda la carga aerodinámica posible de su carrocería. Al haber sido desarrollado casi sin compromisos, otra manera de definirlo habría sido que se trata de un vehículo desarrollado específicamente para pista que cuenta con las características mínimas necesarias para poder ser matriculado y usado a diario en carretera abierta.

Aunque estas descripciones no dejan de ser válidas, lo cierto es que la marca no contó toda la verdad. No al menos hasta ahora. Pues un reciente reportaje de Jason Cammisa y los chicos de ISSIMI sobre el deportivo británico ha puesto al descubierto la verdadero historia sobre el origen modelo, cuyo código de proyecto era P15.

Las intenciones originales de McLaren no pasaban por construir un vehículo de calle, sino un modelo de competición destinado a ganar las 24 Horas de Le Mans. Por lo que el proyecto P15 no tenía como fin desarrollar un deportivo matriculable ni la variante de competición de un modelo existente, sino un auténtico vehículo de carreras destinado a ganar el evento automovilístico más célebre y complejo del mundo, tal y como hizo el McLaren F1 en su día.

Por diversos motivos, el proyecto P15 original no pudo salir adelante y la marca tuvo que renunciar a desarrollar su vehículo de competición. Fue en ese momento cuando decidieron aprovechar ese desarrollo para crear la exclusiva y radical edición limitada que hoy conocemos como McLaren Senna. Uno de los modelos matriculables más salvajes que podemos encontrar en el mercado. De ahí su extraña y polémica estética, que poco o nada tiene que ver con el resto de sus hermanos de gama, con los que precisamente comparte bastidor de carbono y el motor V8 de 4.0 litros y doble turbo de 800 CV.

Su extraña configuración estética es tan extraña y distinta a la del resto de modelos que componen la gama McLaren que en su momento provocó no pocas críticas. En aquel entonces, la marca explicó que las formas del Senna se debían precisamente a necesidades aerodinámicas, pues el modelo había sido desarrollado para maximizar su rendimiento en circuito, sin concesión alguna a la belleza o a la practicidad que podemos encontrar en cualquier deportivo de calle.

Por lo que el ADN del mundo de la competición sigue presente en el Senna. Pues, según el mismo reportaje, la marca ha tenido que suavizar el comportamiento de algunos elementos del modelo porque su rendimiento es demasiado alto para el de un modelo de calle. Por ejemplo, su alerón trasero activo es capaz de generar tanta carga aerodinámica que puede llegar a romper el sistema de suspensión, por lo que ha sido tarado para no alcanzar esos valores de downforce. Esto nos hace pensar en los impresionantes 1.000 kg de carga aerodinámica que es capaz de generar el McLaren Senna GTR, la aún más radical versión solo para pista del deportivo británico.

En Motor.es tuvimos la oportunidad de probar este espectacular deportivo, nuestro compañero Raúl Salinas te cuenta sus impresiones en el siguiente vídeo: