Guía de compra: ¿cuáles son las mejores baterías de coche?

Tal y como ocurre con muchos otros elementos de un vehículo, la batería forma parte de un conjunto que hace posible el funcionamiento del mismo. Sin la energía eléctrica que esta proporciona, no es posible poner en marcha el motor ni otros elementos auxiliares relacionados con el confort y la seguridad, por lo que nos conviene tener la mayor cantidad de información posible a la hora de comprar una nueva.

Y es que las baterías suelen tener una duración de entre tres y cinco años, por lo que tarde o temprano tendremos que afrontar la compra de una para nuestro vehículo. ¿Qué tipos de batería podemos encontrar en el mercado? ¿Cuáles son las mejores? A estas y otras preguntas vamos a contestar a continuación.

Qué es una batería de coche

Como hemos avanzado en la introducción, la batería se encarga de suministrarle energía eléctrica a nuestro vehículo, permitiendo que el motor y los elementos auxiliares puedan funcionar correctamente. Suele estar ubicada en el vano motor del vehículo, aunque algunos modelos la incluyen en el habitáculo, en el suelo o incluso debajo de alguno de los asientos.

La función principal de la batería es propiciar la puesta en marcha del motor de arranque, entrando posteriormente en acción el alternador. También sirve de apoyo a este último cuando hay que suministrar energía a elementos como los accesorios de ventilación, seguridad, multimedia, etc., o cuando mantenemos el motor al ralentí y este no proporciona al alternador la potencia necesaria.

Funcionamiento de una batería de coche

La batería genera energía eléctrica gracias a un proceso químico y consta de varios elementos que contribuyen al proceso:

• El acumulador contiene varias placas, generalmente cinco negativas y cuatro positivas que están unidas mediante un puente.
• El compartimento contiene una solución electrolítica compuesta por agua destilada y ácido sulfúrico.
• La combinación de esta solución y las placas (generalmente de plomo) propicia la reacción que genera corriente eléctrica.
• Al administrar electricidad a la batería, el proceso de invierte, permitiendo que el sulfato vuelva desde las placas a la solución electrolítica y recargando la batería.
• La máxima tensión que puede administrar este proceso es de 2,2V por lo que se unen varios en serie aumentando así el tamaño de las placas, lo que permite obtener baterías de 6, 12, 18 y hasta 24V.
• Cuando hablamos de la capacidad de una batería, la expresamos en amperios/hora (Ah): la intensidad de corriente capaz de soportar sin ser recargada en una hora de uso.

Tipos de batería de coche

A consecuencia de una gran demanda en el mercado, los precios de las baterías son en la actualidad más contenidos y podemos encontrar una nutrida oferta de diferentes tipos de baterías que nos ofrecen diversas cualidades:

Baterías de plomo

De celdas húmedas: son las más habituales por su bajo coste, pues desde 40 euros pueden encontrarse en el mercado. Contienen placas de plomo positivas y negativas aisladas entre sí y suspendidas libremente en ácido sulfúrico. Además, la batería contiene otra placa negativa adicional que evita que las positivas se estropeen. Su mantenimiento es casi nulo, aunque son sensibles a los climas adversos.

De calcio: son un poco más caras, pero también son muy habituales y cuentan con una disposición y concepto muy similar al de las de celdas húmedas, pero siendo las placas de una aleación de calcio. Debido a ello, se evita la corrosión de las mismas y la autodescarga por pérdida de fluido se reduce hasta en un 80%. Así, ofrecen una duración muy superior, aunque como contrapartida debemos evitar sobrecargarlas o las podríamos inutilizar de manera permanente.

VRLA: estas siglas significan «Valve Regulated Lead Acid» a consecuencia de las válvulas de seguridad presentes en el interior de la batería. Gracias a ellas, no existe posibilidad de pérdida de líquido al presurizarse el gas en estado líquido. Hay dos tipos:

• AGM: se suelen llamar «secas» porque no se hace necesario el uso del agua o gel, ya que utilizan la fibra de vidrio para separar los electrolitos. Son muy potentes y permiten dimensiones reducidas.
• Gel: utilizan silicona para dotar de mayor densidad al ácido. Aguantan muy bien descargas de alta intensidad, pero no son recomendables para arrancar motores.

Baterías de ciclo profundo

Este tipo de batería se autodescarga con mucha rapidez, ya que tiene la capacidad de proporcionar energía durante un largo periodo de tiempo. En este caso las placas son más gruesas, lo que permite una mayor capacidad de carga. Son habituales en coches eléctricos o con altas necesidades de este tipo de energía, además de caras (desde 150 euros).

Baterías de iones de Litio (Li-Ion)

Seguro que nos suenan mucho este tipo de baterías porque siguen el mismo concepto que las de nuestros teléfonos móviles, ordenadores portátiles y demás dispositivos electrónicos habituales en nuestro día a día.

Se sirven de la sal de litio e incorporan un circuito que las protege de las sobrecargas, pero cuentan con el inconvenientes de que bajan su rendimiento con bajas temperaturas. A cambio, ofrecen una autonomía muy buena con poco peso, pero son extremadamente caras (800 euros en adelante). Por esa razón, son más propias de coches de alta gama o eléctricos.

Todo ello es importante a la hora de conocer el amperaje y tamaño de las baterías que utiliza nuestro coche, sea gasolina o diésel, pues una mala manipulación o elección podría reducir su vida útil o provocar un problema eléctrico.

Cuánto dura una batería de coche

La batería es un elemento de vida útil limitada que suele llegar hasta los cinco años, aunque en los motores dotados de Start & Stop pueden durar menos tiempo. Por ello conviene prestar atención a los posibles factores que nos indiquen que es momento de sustituirla:

• Indicador de fallo en la batería.
• Arranque más enérgico.
• Bornes flojos u oxidados.
• Fallos eléctricos intermitentes.
• Dificultad para arrancar el motor.

Situaciones como las temperaturas extremas, forzar los ciclos de arranque, utilizar elementos con un amperaje superior al de la batería o mantener el coche en desuso durante largos periodos de tiempo propiciarán que la duración de la batería se reduzca.

Cómo elegir la mejor batería de coche

Antes de elegir el producto que mejor se ajusta a nuestras necesidades, debemos tener claros los parámetros que nos permitirán realizar comparaciones basadas en criterios razonables.

El voltaje

Nos indica la fuerza con la que circula la corriente eléctrica. Los vehículos ligeros suelen utilizar un máximo de 12 V (voltios) y los pesados 24 V. Este punto es vital para no provocar averías en nuestro vehículo, por lo que debemos tener claro qué voltaje le corresponde al nuestro.

Capacidad nominal

Es la cantidad de corriente eléctrica que el dispositivo utiliza para accionar el motor de arranque cuando este se encuentra a 0 ºC de temperatura. Esto dependerá de los elementos eléctricos que lleve nuestro vehículo, siendo suficiente por lo general una batería de 55 Ah (amperios/hora) para un utilitario poco equipado, pero debiendo utilizar una de al menos 95 Ah para un SUV diésel, pues los vehículos dotados de este tipo de motor necesitan más capacidad nominal.

Intensidad de corriente

Este dato es muy relevante para arrancar el vehículo, pues indica la fuerza eléctrica que es capaz de generar la batería en un momento determinado: a -18 ºC y sin bajar de 12 V en turismos y 24 V en camiones.

Esta medida se refleja en A (amperios) y es especialmente importante en zonas frías o correremos el riesgo de no poder arrancar el coche.

Potencia de arranque

Es la energía que la batería será capaz de proporcionar al motor para su puesta en marcha. Nunca debemos elegir una batería con una potencia de arranque inferior a 300 A, especialmente si vivimos en una zona con temperaturas bajo cero en invierno.

Tamaño

Es importante atender a las dimensiones de la batería o correremos el riesgo de no poder montar la nueva en el espacio habilitado para ello en el vano motor. No siempre nuestro coche va a ser adaptable a diferentes medidas, por lo que es esencial que midamos altura, ancho y longitud para evitar una compra en vano.

Cuánto vale una batería de coche

En un mercado de alta oferta y demanda, los precios pueden variar mucho a consecuencia de ello, pero por lo general una batería de celdas húmedas nos costará entre 50 y 200 euros, dependiente del voltaje, la potencia de arranque y el resto de características ya mencionadas.

Las más baratas suelen ser las de calcio, que no superan los 100 euros, mientras que las destinadas a coches de gama alta o eléctricos suelen oscilar entre los 150 y los 300 euros. Si ya optamos por una de litio, el coste no bajará de los 1000 euros.

Cuáles son las mejores baterías de coche

Llegados a este punto, lo cierto es que elaborar un ranking concreto es complejo, pues cada uno tenemos unas necesidades y la batería que puede ofrecer el mejor servicio a un conductor no tiene que ser necesariamente la misma para el resto.

En cualquier caso, las baterías presentes en el siguiente listado ofrecen, sin lugar a dudas, una atractiva relación calidad-precio:

1. Batería Bosch S4 008

• Intensidad de corriente: 12 V
• Capacidad nominal: 74 Ah
• Potencia de arranque: 680 A
• Tamaño: 278 x 175 x 190 mm

2. Batería Tudor Technica TB620

• Intensidad de corriente: 12 V
• Capacidad nominal: 62 A/h
• Potencia de arranque: 540 A
• Tamaño: 242 x 175 x 190 mm

3. Batería Tudor Technica TB740

• Intensidad de corriente: 12 V
• Capacidad nominal: 74 Ah
• Potencia de arranque: 680 A
• Tamaño: 278 x 175 x 190 mm

4. Batería Bosch S4 010

• Intensidad de corriente: 12 V
• Capacidad nominal: 80 Ah
• Potencia de arranque: 740 A
• Tamaño: 315 x 175 x 175 mm

5. Batería VOLTA Classic L750D

• Intensidad de corriente: 12 V
• Capacidad nominal: 75 Ah
• Potencia de arranque: 680 A
• Tamaño: 278 x 175 x 190 mm