Aunque las marcas invierten miles de millones, los mejores coches eléctricos actuales usan tecnología del pasado
Todas las marcas están ahora mismo trabajando en las plataformas que sustentarán a sus próximos coches eléctricos. Sin embargo, un informe alemán desvela que los mejores eléctricos actuales emplean tecnologías de sus hermanos de combustión.
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Publicado: 26/11/2024 08:00
La plataforma es la columna vertebral de todo coche o vehículo que circula por el mundo. Es como los cimientos de una casa. Sin unos buenos cimientos lo más normal es que aparezcan grietas. En el peor de los casos la casa puede caerse y resultar insegura. Esos mismos principios se aplican a la plataforma de un coche. Su desarrollo es esencial para garantizar su futuro. El peligro que corren los ingenieros es mucho mayor ya que una misma plataforma puede usarse para millones de coches diferentes. Un fallo y el problema se multiplica.
Con la llegada del coche eléctrico a la actualidad de la industria ha causado un gran revuelo no sólo entre los conductores, también entre los fabricantes. Las estrategias apuntan a un futuro 100% eléctrico. Diseñar, desarrollar y probar una plataforma lleva años y miles de millones de euros en inversión. Hay que pasar de la mesa de dibujo al mundo real y comprobar que las previstas cualidades esperadas en el mundo digital se traduzcan a la realidad. Si bien cada vez son más los coches eléctricos que hay circulando por nuestras carreteras, la mayoría de ellos emplean tecnología del pasado.
Las plataformas eléctricas cuentan con la ventaja de su tecnología probada
Muchos fabricantes han anunciado grandes desarrollos a corto y medio plazo. Mercedes presentará el año que viene su estructura MMA, BMW hará lo propio con su nueva plataforma Neue Klasse. Stellantis ya ha garantizado sus cuatro estructuras STLA que darán vida a millones de coches. Y Volkswagen está trabajando en el desarrollo de la plataforma SSP. Una estructura vital para la compañía alemana. Una nueva generación de coches eléctricos está en el horno, pero mientras decenas de miles de ellos emplean plataformas de combustión adaptadas. Estructuras que tienen su parte buena y no tan buena.
Un informe alemán desvela que los mejores coches eléctricos actuales, los más fiables, emplean plataformas derivadas de sus hermanos de combustión. Tecnología más que probada que garantiza un óptimo rendimiento y envejecimiento. Las evaluaciones han mostrado que los vehículos eléctricos de mayor calidad circulan sobre plataformas que los motores de combustión utilizan desde hace años. Carrocerías, chasis, transmisiones, frenos, toda la tecnología probada también garantiza la calidad en los coches eléctricos. Por el contrario, los coches eléctricos basados en plataformas eléctricas no han mostrado el mismo rango de fiabilidad.
El ya mencionado estudio pone el ejemplo del Tesla Model 3. El americano presenta un 14,2% de defectos significativos después de dos o tres años de uso. En comparación, un Volkswagen e-Golf con plataforma MQB adaptada apenas muestra un 3,4% de defectos significativos. El MINI Cooper SE anterior también se ejemplifica con un porcentaje tan bajo de 4,4%. Un vistazo a los grupos de defectos de los vehículos eléctricos con plataforma propia respalda la hipótesis: las principales averías pocas veces tienen que ver con la propulsión. A medida que los fabricantes desvelen sus nuevas y más generalizadas plataformas eléctricas es lógico esperar que el problema se corrija.
Sólo el paso del tiempo dictará sentencia al respecto. Las marcas tienen mucho dinero invertido en las súper estructuras del futuro. Estas no sólo servirán para los coches eléctricos, también para los modelos térmicos o electrificados. Las tornas están cambiado y a medida que su uso se estandarice y se extienda podremos ver los resultados en materia de fiabilidad. Cuanto más probada es una tecnología más fiable se vuelve. Es una ley no escrita imposible de saltarse. A pesar del cambio, las plataformas eléctricas también tienen muchas ventajas como el mejor aprovechamiento del espacio y la mayor optimización de recursos. Se aumenta la eficiencia y se reduce el gasto.
Fuente: TÜV