El secreto del nuevo Mercedes-AMG C 63 S E Performance que esquiva a la UE

Mercedes ha tardado pero el nuevo AMG C 63 S E Performance ya ha sido revelado. La marca de la estrella ha necesitado un tiempo extra para perfeccionar el funcionamiento de un deportivo de altas prestaciones que, por primera vez en su larga trayectoria en el mercado, se ha adelantado a otros competidores y se ha transformado en un PHEV de cuidado.

La guinda de la gama del nuevo Mercedes Clase C ha dado un importante paso de gigante para seguir ofreciendo las máximas prestaciones pero con cifras de consumo de combustible y emisiones mínimas. El nuevo Mercedes-AMG C 63 es una verdadera máquina y no solo de devorar kilómetros, sino de ofrecer unas sensaciones a bordo que pondrán los pelos de punta. Pero el modelo guarda un importante secreto en referencia a su potencia máxima porque, gracias a un vacío legal en la normativa de la Unión Europea, se ha homologado con una potencia máxima de 680 CV.

El Mercedes-AMG C 63 S E Performance es un PHEV muy deportivo

Algo que no ha sentado bien entre otras marcas competidoras pero que se aprovecharán de ello hasta que la Unión Europea se percate de que se están colando y que, por supuesto, tiene una explicación. El nuevo Clase C AMG cuenta con un potente motor de gasolina de cuatro cilindros y 2.0 litros turbo, con una potencia máxima de 476 CV, y un motor eléctrico con una potencia máxima de 204 CV en el eje trasero. Pero esta última cifra solamente está disponible por un corto espacio de tiempo.

Concretamente, 10 segundos y con la condición de que la capacidad neta de la batería, que asciende a 6,1 kWh, se encuentre completamente cargada. Esta es una de las claves por las que la batería apenas ofrece una autonomía máxima en modo eléctrico de 13 kilómetros, pues ha sido diseñada para ofrecer más un rendimiento extra que rodar en modo eléctrico y descender las emisiones y neutralizar el consumo de combustible como un híbrido enchufable convencional.

Cuando la batería está cargada, el verdadero rendimiento del nuevo Mercedes-AMG C 63 S E Performance es de 571 CV, pues la batería suministra energía al motor eléctrico y este entrega 95 CV de forma continua. Este es el verdadero secreto que esconde el modelo. Pero, dado que la UE no contempla potencia pico, y no se refiere a ella en la homologación, han colado los 680 CV. El sistema está preparado para reservar un extra de energía en la batería, por lo que los 204 CV no aparecerán tan fácilmente, ni siquiera en el modo de conducción «RACE», diseñado para circuitos.

Solamente se dispondrá de la potencia y el par motor del motor de combustión y el 80% del rendimiento que puede ofrecer el motor eléctrico -poco más de 166 CV- pues los técnicos de Mercedes-AMG han diseñado la batería para que nunca se agote. Con estos factores considerados, solo conductores expertos podrán hacer aflorar los 680 CV haciendo uso de una estrategia casi de carreras, en una aceleración a fondo en rectas o a la salida de curvas.