Mercedes-AMG G 63 4×4², genes deportivos para el todoterreno más salvaje

Después de un larguísimo período de pruebas del que algunos ya dudaban de que Mercedes presentase esta nueva edición del todoterreno más brutal de la gama, la marca de la estrella ha desvelado casi en un hermético secreto el nuevo Mercedes-AMG G 63 4×4². Una segunda generación que pone el broche de oro al Geländewagen y que se despedirá de la mejor forma posible en poco más de un año.

El Clase G más bruto y salvaje regresa, aunque esta vez con los genes de Mercedes-AMG por medio, porque ha sido división deportiva la que ha asumido el reto de su desarrollo, por lo que la capacidad dinámica se supera una vez más comparado con su antecesor. La firma ha partido de la base del Clase G, aunque han optimizado el chasis de escalera clásico montando una nueva suspensión con un eje articulado más grande y con más altura al suelo llegando a los 351 milímetros, además de unas llantas de aleación forjadas de 22 pulgada pintadas en negro mate.

El Mercedes-AMG G 63 4×4² es la guinda a la historia del Clase G

Una configuración con la que el nuevo AMG G 63 4×4² cuenta con una capacidad de vadeo con una profundidad de hasta 910 milímetros, con un ángulo en rampa de 42º, mientras que los de salida máximos son de 41,3º delante y de 36,8º detrás, lo que le permite escalar pendientes de hasta 45º de inclinación máxima. Una de las más salvajes configuraciones para una conducción puramente todoterreno sin concesión alguna, y que se complementa con un exterior poderosamente llamativo. Tanto, como los deportivos de la casa de Affalterbach, pues los arcos de los pasos de ruedas no son de plástico convencional, sino de fibra de carbono a la vista.

De imitación es la tira protectora del exterior que se extiende por los laterales a la altura de las puertas. Los de Mercedes-AMG han sumado también características del paquete «PROFESSIONAL», como la cubierta de fibra de carbono para la rueda de repuesto colgada del portón trasero con el anagrama «4×4²» grabado. Esto explica el largo tiempo que estos elementos han permanecido cubiertos de camuflaje durante el largo desarrollo que hemos visto en fotos espía. La marca ofrece también la baca de carga con escalera como parte también de los equipamientos opcionales «PROFESSIONAL».

En el interior, que mantiene el salpicadero de G 63 más normal, existen una serie de detalles diferenciadores comparado con esta versión como los asientos multi-contorno, el sistema de sonido Burmester, el control de confort «ENERGIZING» y la función de seguridad avanzada «URBAN GUARD plus», estrenando un sofisticado espejo retrovisor interior digital. Bajo el capó, nada nuevo, pues monta el V8 de 4.0 litros biturbo con una potencia máxima de 585 CV y 910 Nm de par motor, asociados al cambio automático de 9 relaciones 9G-Tronic. Una edición especial que se mantendrá en producción desde el próximo agosto hasta el primer trimestre de 2024.