El Mansory Algorithmic Fade es un Mercedes-AMG G 63 tan salvaje como llamativo
El Mercedes Clase G se ha convertido en uno de los modelos preferidos por los alemanes de Mansory para sus transformaciones.. La última del preparador se llama Mansory Algorithmic Fade, imprimiendo un carácter más agresivo extraído de la Fórmula 1 sobre el lujoso todoterreno. Una verdadera bestia que no tiene precio.
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Publicado: 25/08/2022 08:00
La gran mayoría de las preparaciones que presenta Mansory se suman a su catálogo de muestra, con un precio que queda entre el interesado y el preparador alemán, pero esta vez no es así. El especialista en tuning ha presentado un Mercedes Clase G tan bestial como lujoso, uno de los modelos preferido por el equipo alemán, en el que han echado toda su experiencia en personalización, con un resultado verdaderamente único. Tanto, que no tiene precio.
La preparación parte de la base de la versión más potente de la gama, la del AMG G 63, que se ha transformado por completo gracias al paquete aerodinámico de fibra de carbono forjada a la vista, presente en el capó del motor y en los apliques decorativos de las tomas de aire del paragolpes, además de las cubiertas de los escapes cuadrados a ras de los bajos de la carrocería, los spoilers y hasta la tapa de la rueda de repuesto. Pero también por una pintura única, con un degradado de dos colores que ofrece un acabado realmente llamativo.
Mansory Algorithmic Fade, el ejemplo de que la realidad no tiene límite
Y este degradado tiene una peculiaridad, porque la transición entre el azul turquesa de la parte delantera al negro brillante de la trasera suma un detalle especial: la estela de estrellas propia de la escudería que el equipo de Mercedes F1 ha utilizado en sus monoplazas de la categoría reina de la competición. Esta es una de las propuestas que Mansory ofrece, pero el preparador se presta a cumplir con los sueños de sus clientes más exquisitos reproduciendo el diseño que les apetezca, desde simples logotipos o hasta el nivel que la imaginación llegue a alcanzar.
Un detalle muy especial pero del que los alemanes no han dado cuenta del tiempo invertido y lo que cuesta. El Algorithmic Fade también destaca por las llantas de aleación forjada de 24 pulgadas, impensables en cualquiera de las versiones del todoterreno alemán. Por dentro, el mismo color turquesa baña el interior, salpicadero, volante, paneles de las puertas y asientos, con un lujoso acolchado de diamantes con costuras de contraste en blanco que casi pasan desapercibidas.
Este brutal Mercedes Clase G también cuenta con una puesta a punto específica del motor. Concretamente, el kit «P850», por el que gracias a nuevos colectores, turbocompresores más grandes y la correspondiente modificación del mapa de la unidad de control del motor, el potente motor V8 biturbo de 4.0 litros alcanza una potencia máxima de 850 CV. Una cifra realmente salvaje, que se traduce en unas prestaciones inalcanzables para los de AMG: de cero a 100 km/h en 3,5 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Unas cualidades que solo sirven como muestra del nivel de personalización, y por lo que no estará a la venta. El motivo por el que no tiene precio.