Mercedes prepara una bestia eléctrica de más de 1.000 CV con la que intentar superar a Lotus y a Porsche

Si algo bueno nos ha traído la electrificación es el rendimiento. Por una fracción del coste de un coche de producción, un coche eléctrico es capaz de desarrollar más potencia y más aceleración. Las cifras venden y las marcas han descubierto un filón. Hoy no es extraño, o no al menos tan extraño, hablar de cifras superiores o cercanas a los 1.000 caballos. Cada vez hay más coches a la venta que alcanzan tal magnífica cifra. Dentro de poco, en un par de años, habrá otro. Mercedes ya está trabajando en un eléctrico bestial que promete no dejar indiferente a nadie.

Los de Stuttgart son de los que más han apostado por la movilidad eléctrica. Su gama EQ ha crecido rápidamente en estos años. Una familia que busca la eficiencia y, en algunos casos extraordinarios, alcanzar un rendimiento nunca antes visto. Históricamente, la división AMG se ha encargado de poner a punto los modelos más extremos de la casa. Modelos para el recuerdo como el SLS o más recientes creaciones como el Mercedes-AMG GT 63 E Performance. Les da absolutamente igual la carrocería, el modelo o la mecánica. Todo lo que pasa por sus manos se eleva a la enésima potencia.

Tal y como afirman fuentes procedentes de Inglaterra, los ingenieros de Mercedes y AMG están trabajando codo con codo en un coche completamente inédito, en realidad en dos. El primero ya lo confirmaron hace unas semanas. Se trata del sucesor natural del actual AMG GT Berlina. Mantendrá las proporciones y la línea actual. Es decir, será un sedán de cuatro puertas y cinco plazas que se posicionará por encima del Mercedes Clase E, pero sin alcanzar la excelencia del Mercedes Clase S. Ya lo hemos podido ver danzar sobre los helados lagos del norte de Europa.

La berlina se presentará a mediados de 2025 con 1.500 caballos de potencia en su versión más extraordinaria y con 1.000 kilómetros de autonomía en su formato más eficiente. Lo que no sabíamos es que Mercedes trabaja de forma paralela en un SUV que también estará acompañado por las letras AMG. Los alemanes quieren dar la réplica a modelos como el Tesla Model X Plaid o el Porsche K1. El primero ya lleva tiempo en el mercado, aunque su impacto comercial es mínimo. Capaz de ofrecer hasta 1.020 caballos de potencia, anuncia 543 kilómetros de autonomía y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos.

Con respecto al Porsche, en más de una ocasión te hemos hablado de él. Todavía no hay nombre oficial, pero cuando llegue se posicionará como el SUV más grande de todos, por encima incluso del Porsche Cayenne. Tendrá tres filas de asientos, será 100% eléctrico y, como todo lo que hacen en Porsche, será considerado como el rival más fuerte de la categoría. Sus primeras pruebas en carretera ya han dado comienzo. Lo interceptamos hace unos días con su nada discreto tamaño, aunque todavía queda mucho tiempo para que se haga realidad. El lanzamiento no será hasta mediados de 2026, como muy pronto.

El objetivo de Mercedes es equilibrar la balanza con sus colegas alemanes. Los primeros detalles apuntan a un gran SUV, de un tamaño similar al EQS o incluso superior. Se apoyará sobre la plataforma AMG.EA de 800 voltios, específica para unidades de la fábrica de Affalterbach. Superará la barrera de los 1.000 caballos de potencia gracias al empleo de motores de última generación. La energía quedará suministrada por una batería de silicio de la compañía Sila. A diferencia del GT, el súper SUV todavía no se ha dejado ver en fase de pruebas. No tardará en hacerlo, pues se espera que salga a la venta a finales de 2026.

Fuente: Autocar