Mercedes juega al despiste, el nuevo Clase C EQ parecía un rival del BMW i4 pero en realidad lo es del futuro i3
Está a punto de cumplirse un año desde que el primer prototipo del nuevo Mercedes Clase C Eléctrico se dejase ver en el interior de una de las instalaciones de la marca de la estrella, y en unas semanas afrontará sus segundas pruebas de invierno. Llegará en 2026 y con un detalle de diseño que obliga a tirar de tecnología.
Mercedes se está tomando con más tranquilidad que nunca el desarrollo de sus nuevos coches eléctricos. La marca de la estrella ha tardado año y medio en introducir novedades en los prototipos del nuevo GLA eléctrico, cuando este es el plazo de tiempo normal en el desarrollo en las calles de los nuevos modelos de prácticamente la totalidad de las marcas.
El nuevo Mercedes CLA eléctrico también ha sido anunciado y debería de destaparse por completo antes de finales de año, aunque no sería raro que lo hiciese en los primeros compases de 2025 teniendo en cuenta que el esperado CLA híbrido llegará a finales del próximo año. Pero la marca alemana también tiene otro eléctrico más en pruebas y no es otro que el Clase C, y en el que el misterio es un ingrediente especialmente en su parte trasera.
El nuevo Mercedes Clase C eléctrico engaña, no será un EQS a escala
El nuevo Mercedes Clase C EQ ha sido visto durante este último año en las pruebas más exigentes, y muy pronto se volverá a enfrentar a otros ensayos de invierno en los que esperamos asistir a importantes avances en el plano estético. Sin embargo, hay algo que está más que claro y es que la figura del nuevo Clase C eléctrico se distinguirá perfectamente del modelo de combustión hoy a la venta.
Pero ambos compartirán un denominador común: el eléctrico seguirá siendo un sedán tradicional y no dispondrá de un portón trasero como quinta puerta. Mercedes optó por introducir este formato más práctico en el lujoso EQS, el buque insignia de la gama de coches eléctricos, y lo mismo se podía esperar de este Clase C eléctrico a la vista de la estilizada forma del pilar trasero.
El diseño del nuevo Clase C eléctrico compromete un aspecto clave
Pero un análisis más detenido y profundo ha acabado con el sueño de los que esperaban ver un CLE como rival directo del BMW i4. Lo cierto es que Mercedes se lo ha trabajado porque, si echas un vistazo a la foto espía sobre estas líneas, puedes ver claramente una tapa convencional en el maletero y una franja de separación con la luneta trasera que no es tal, y donde el camuflaje cumple con su función de engañar.
Esa franja de separación no existe físicamente, sólo lo hace sobre el vinilo, por lo que tiene una importante consecuencia: estrechará el campo de visión hacia atrás. Un inconveniente que la marca de la estrella solucionará, por ejemplo, instalando un espejo retrovisor digital. Un sistema que la marca alemana no ofrece actualmente en ninguno de sus modelos, aunque sí una cámara 360º pero que no sirve para vigilar el tráfico trasero.
