Probamos el Intelligent Drive del Mercedes Clase E, el futuro a día de hoy

La tecnología ha avanzado más en los últimos 10 años que en los 100 anteriores de la historia del motor. Y solo es el principio. Hemos tenido ocasión de probar la próxima generación de asistentes, los que vienen incluidos en la tecnología Intelligent Drive del Mercedes Clase E.

Probamos el Intelligent Drive del Mercedes Clase E, el futuro a día de hoy

13 min. lectura

Publicado: 05/11/2016 09:00

El nuevo Clase E es un dispendio de tecnología, y la mayoría centrada en la seguridad de los ocupantes

¿En algún momento Karl Benz se imaginó cómo serían sus coches del futuro? Posiblemente no, pero no porque no quisiera, sino porque en menos de 10-20 años los coches han sufrido un cambio radical. El último y más novedoso lleva su nombre, y hemos tenido la ocasión de poner a prueba parte de la tecnología Intelligent Drive del nuevo Mercedes Clase E.

Desde que empezó el desarrollo de la nueva berlina de Mercedes, una cosa quedó clara: sería la más avanzada y tecnológica que jamás haya existido. Y vaya si se ha logrado tal objetivo. El Clase E es un dispendio de sistemas, ayudas y asistentes. Unas ayudas que actúan en la sombra para hacernos la conducción más cómoda y segura.

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Y es que la tecnología ha crecido en eso, en seguridad. Hace unos años considerábamos el ESP o el ABS como sistemas futuristas, y a día de hoy son apenas nombrados. Sin embargo fueron estos los precursores de gran parte de los avances que vemos hoy en día. Aunque esto no es más que el principio, pues en el futuro habrá más.

¿Y a qué tiende el futuro? La tendencia es relevar el factor humano a un segundo plano, y por ello empezamos a usar de forma cada vez más habitual la palabra autónoma. Los fabricantes quieren que el ser humano se convierta en un mero pasajero, y que la máquina, el coche tome el control de todo. Y hoy estamos viendo esos primeros pasos.

El interior del Clase E es tan futurista como su tecnología, aunque con ese toque indudable de calidad

Los sistemas que hoy vemos en coches como el Mercedes Clase E son el germen de esa futura conducción autónoma. Si hiciéramos un símil, es como un bebé que está dando sus primeros pasos. No dudéis que llegará el día en el que no tengamos que tocar el volante, la duda es cuándo esos sistemas serán realmente viables y seguros.

Pero dejando a un lado el tema de la conducción pilotada, a la que volveremos más adelante, sí que hay que destacar, y aplaudir, la mejora en temas de seguridad. Los coches de hoy son muy listos, y lo ven todo, o al menos lo intentan. Son sistemas que actúan cuando el humano no responde, es decir, son un refuerzo que amplía la seguridad tanto de los ocupantes como del resto de viandantes.

Como ya decimos, el nuevo Clase E es, posiblemente, uno de los coches más avanzados del mundo. Mercedes, en su afán de seguridad ha incluido elementos de serie que hasta hace poco eran extras extremadamente caros. La lista de elementos, tanto básicos como opcionales, es casi interminable. Pero vamos a intentar hacer un resumen de los que hemos tenido ocasión de probar.

En un futuro solo tendremos que sentarnos y dejarnos llevar, algo que en cierto modo ya se puede hacer

DRIVE-PILOT

Este es el nombre que Mercedes ha querido darle a su sistema de conducción semi-autónoma. Se trata de eso, de un equipo que te permite relajarte de la conducción en ciertos momentos concretos, pero al que en ningún caso debes dejar de prestar atención, pues aunque se trata de un sistema muy avanzado, bajo ciertas circunstancias puede perderse. Pero como ya decimos, es ideal para tramos de autopista. Esos a los que solemos denominar aburridos.

En esas condiciones el Clase E se encarga de todo, no solo de mantener la velocidad, sino también de ajustarla a las señales viarias. También de mantener la distancia con el coche precedente, e incluso de tomar curvas, aunque estas no deberán ser muy cerradas si circulamos a altas velocidades, pues si no tiende a no seguir correctamente las líneas de la carretera. Repetimos, no es un sistema de conducción autónoma como tal, y cuando no entiende lo que sucede, deriva toda la responsabilidad al conductor.

Función de asistente de frenado activo

Esta complicada conjunción de palabras no quiere decir otra cosa que el Clase E es capaz de frenar por sí solo en función de las necesidades que así estime. Hay que decir que es un elemento que viene de serie desde el acabado más básico, aunque con un paquete opcional que vale más de 2.000 euros, las capacidades se elevan para así poder reaccionar a más posibles problemas así como a una velocidad mayor.

Hay que decir que la prueba de dicho sistema siempre se saldó con un resultado positivo. El Clase E es capaz de frenar por sí solo si detecta un obstáculo frente a él y considera que vamos a chocar. Este obstáculo bien puede ser un coche, una moto, un ciclista, o incluso un peatón. El equipo de cámaras y sensores es tan avanzado que es capaz de reconocer a cada uno de forma individual.

Como decimos, la respuesta de este asistente de frenado es perfecta, pues actúa aunque tratemos de engañarlo, como por ejemplo si seguimos acelerando ante la presencia de dicho obstáculo, o incluso si no frenamos lo suficiente. El ordenador manda a los frenos la fuerza necesaria y justa para que la detención se realice lo más suave posible.

Pero no vayamos a pensar que el Clase E solo es capaz de leer lo que acontece frente a él, sino que también vigila los laterales. Es una de las novedades, pues Mercedes ha dispuesto que las cámaras y los sensores sean capaces de actuar ante una situación de tráfico cruzado o ante la presencia inadvertida de un peatón que cruce de forma repentina la carretera. En ambos casos el coche mandará, al igual que antes, una señal acústica con la que nos advertirá del peligro. Si el conductor no hace nada o no hace lo que debiera, el coche parará por sí solo.

Asistente de maniobra evasiva

Pero no todo consiste en frenar, sino que a veces las esquivas son la única solución posible ante un determinado peligro. Pero tampoco hay de qué preocuparse, pues el Clase E también nos ayudará ante dicha situación. Una vez más las cámaras y los sensores sirven de aliados, pues son ellos los que envían los datos a la centralita para así calcular que radio de giro es el necesario para hacer la esquiva.

Hay que decir que es el conductor el que toma la decisión de realizar la maniobra, y será él el que dé inicio a la operación, pues de no hacerlo, el coche responderá de la misma forma que antes hemos mencionado, es decir haciendo una frenada de emergencia autónoma. Pero pongámonos en situación de esquiva, el conductor inicia el proceso, y el coche se encarga de ayudar en el proceso, dando más ángulo de giro si realmente se necesita, y también apoyando a una recuperación rápida y segura. Es decir, en todos los casos, el Clase E te ayuda.

Y si hay colisión, ¿qué pasa?

Pero no hay sistema infalible, y en ciertas ocasiones la colisión es irremediable. Pero en este caso el coche también será capaz de velar por nuestra seguridad. Sirva como ejemplo el asiento del conductor que hincha su lateral para así alejar al ocupante de la puerta, con lo que se crea un mayor espacio de seguridad en la zona donde se va a producir el impacto. Por supuesto los cinturones de seguridad se tensan y las ventanillas se suben inmediatamente, tal y como se produce actualmente.

El Clase E mide nuestro nivel de atención, y nos alerta de los peligros que no llegamos a ver

Otro detalle curioso es que el nuevo Mercedes Clase E nos protege los oídos en caso de accidente. En toda colisión el impacto sonoro suele provocar heridas en el oído interno, así que una vez el coche detecta la colisión inmediata, genera un ruido preestablecido que causa la relajación de los músculos internos del oído para que así no se provoque ningún daño cuando el impacto se produzca. Es un pequeño ejemplo de lo que el Clase E puede hacer.

Con todo esto, no es de extrañar que el Mercedes Clase E sea el coche más seguro de su categoría. Las marcas llevan años luchando por ser la marca líder en seguridad y tecnología, aunque pocas pueden igualar a la firma de la estrella de tres puntas. El Clase E es un prodigio de la evolución, pero solo es un primer paso hacia el futuro. La conducción autónoma llegará a nuestro mundo, y aunque por el momento se encuentre en sus primeros pasos, el humano está relegado a perder el control de los viajes.

Pero hasta que ese momento llegue, los coches seguirán evolucionando de la misma manera que lo ha hecho el Clase E a lo largo de sus 10 generaciones. La seguridad llegará a ser tal que con un poco de suerte no habrá más víctimas mortales en accidentes de tráfico. Sin lugar a dudas el Clase E es el espejo donde deben mirarse los coches del presente, porque el futuro irá mucho más allá, con desarrollos que a día de hoy somos incapaces incluso de imaginar. Eso sí, visto lo visto, la tecnología de hoy en día es impresionante.

Los futuros Mercedes no solo copiarán al Clase E, sino que lo superarán

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