El nuevo Mercedes Clase G marca un cambio de rumbo en las denominaciones de los coches eléctricos. ¿Harán lo mismo otras marcas?
Mercedes nos tenía acostumbrados en los últimos años a llamar a sus coches eléctricos con el apellido EQ. Sin embargo, la llegada del nuevo Clase G con tecnología eléctrica puede marcar un punto de inflexión en la marca alemana.
La llegada y expansión de los coches eléctricos ha provocado que muchas marcas hayan querido marcar distancias con sus modelos actuales con motores de combustión. La idea era facilitar que los primeros clientes que se apuntaban a la tecnología eléctrica pudiesen tener vehículos distintivos respecto a los tradicionales, tanto a nivel de diseño como de denominación.
Cada marca ha seguido su propio camino, pero repasemos algunos ejemplos: Volkswagen ha independizado su familia de coches eléctricos con el apellido 'ID', con un diseño claramente diferenciado de sus hermanos térmicos; BMW y Mercedes han hecho lo mismo, con la 'i' y el 'EQ', respetivamente; KIA no se complicó con la denominación 'EV' en su última generación de modelos; Hyundai ha recurrido a la familia 'Ioniq'; etc.
Otras compañías han optado por la simple 'e' para acompañar a sus nombres clásicos, como el caso de Peugeot, Citroën u Opel. Mientras que un tercer grupo, como Dacia, Nissan o Jeep, ha optado por nombres distintivos originales, como Spring, Leaf/Ariya o Avenger, respectivamente.
En el apartado estético, hemos visto también tendencias dispares: y es que las menores necesidades de refrigeración de las mecánicas eléctricas y la mayor importancia por la aerodinámica ha permitido a los diseñadores poder jugar más con las formas de las carrocerías.
Punto de inflexión: ¿se han generalizado ya los eléctricos?
Es solo un caso concreto, pero podría ser un punto y aparte en una marca como Mercedes en la tendencia con los nombres para los coches eléctricos de la que venimos hablando. A nivel estético la cosa empieza a cambiar también poco a poco.
Las marcas podrían buscar ahora denominaciones más clásicas y diseños más convencionales o parecidos a los homólogos con motor térmico, como hemos podido ver recientemente en el nuevo Porsche Macan eléctrico. ¿Por qué? A pesar de la desaceleración mundial en la demanda, el porcentaje de coches eléctricos en el mercado es cada vez más mayor y su presencia es más generalizada.
Además, las marcas pueden recurrir a un factor sentimental en esto: ¿Qué puede ser más atractivo, un coche que se llame Volkswagen ID2 o Golf, aunque sea eléctrico? De hecho, la marca alemana está contemplando seriamente dar este paso, quién sabe si por los problemas legales que está teniendo en Alemania.
Eso quizás habrán pensado en Mercedes con su nuevo Clase G, que estará disponible con tecnología cien por cien eléctrica. El todoterreno puro alemán, en su versión eléctrica, pasará a llamarse G580 'con Tecnología EQ'; así, con todas las letras.
La lógica de la tendencia en la marca sería haberse llamado EQG, pero Mercedes-Benz lo ha descartado. ¿Sucederá lo mismo con las nuevas generaciones venideras?
La inminente BMW Neue Klasse podría ser el siguiente ejemplo en la lista. La próxima generación del Serie 3, que estará disponible con motores de combustión y eléctricos, podría tomar denominaciones más simples: i330 para la variante eléctrica, y 330, como ejemplo, para una de las versiones de combustión.