El Mercedes Clase G perdurará hasta que se extinga el último comprador

El Mercedes Clase G está hecho para durar, para sobrevivir a todo lo que se interponga por delante. Ya puede ser un muro de piedra, una impresionante duna, o una reglamentación europea. Nada lo detiene, y nada lo detendrá. Así lo ha afirmado Wolf-Dieter Kurz, vicepresidente de productos todoterreno y deportivos de Mercedes: "se venderá hasta que nadie quiera comprarlo".

36 años de vida y los que le quedan. El Mercedes Clase G perdurará

El Clase G es un modelo que lleva en el mercado desde el año 1979. Es decir 36 años en los que ha conquistado todas las superficies que un coche es capaz de surcar. Durante estos años apenas ha cambiado, es la típica receta que te sale bien la primera vez y que apenas cambias con el paso del tiempo. A Mercedes se le da de maravilla fabricar el Clase G, así que para que cambiarlo.

Sin embargo la introducción de normativas relativas a los gases contaminantes y a los consumos, indicaban que nos encontrábamos ante el principio del fin del Clase G. Pero Mercedes no tiene la misma opinión. Este coche va más allá de rentabilidades y resultados económicos. La propia Mercedes lo idolatra ya que es uno de sus mayores éxitos, puede que no comerciales, pero sí de fabricación.

Kurz, sin embargo, sabe que el futuro no se presenta nada halagüeño para el Clase G, pero son conscientes de ellos y creen posible la prolongación de su vida. Todo lo contrario a lo que ha pasado en Land Rover, que hace unos meses anunció que el Defender sería retirado de las cadenas de montajes después de 67 años de producción, aunque está seguirá en activo fuera de Europa.

Ahora bien, ¿qué cambios deberá introducir la Clase G? Pues el más obvio de todos es la eficiencia de sus motores. Este solo dispone de una versión a la que podríamos llamar ecológica, y es el 350 BlueTEC, y aún así no se adapta a la normativa EURO6. Ya ni hablemos del G65 AMG con un V12 de 612 CV, o del nuevo bloque proveniente del AMG GT, el V8 de cuatro litros y 422 CV, estrenado en la última renovación.

Aunque cada vez se aleje más del campo, el Clase G se adapta a la perfección a cualquier entorno

Lo más gracioso de todo es que el Clase G sigue vendiéndose, y aunque sus cifras son más bien discretas, siguen aportando dinero a las arcas de Mercedes. Oriente Medio, Rusia y China son sus principales mercados. Mercados donde este coche no es un simple todoterreno, sino un síntoma de estatus social. Así que mientras esto siga así, el Mercedes Clase G tendrá vida, y que sea por muchos años.

Fuente: CarAdvice