Así serán los nuevos frenos de los Mercedes eléctricos, durarán toda la vida, sin polvo ni chirridos
Mercedes está empeñada en hacer de los coches eléctricos su bandera más tecnológica, a pesar de que la reacción de los clientes no sea la más positiva. La marca de la estrella trabaja en un interesante sistema de frenos, más ligero, que no se encuentra en la rueda como ahora y prácticamente sin mantenimiento alguno.
4 min. lectura
Publicado: 25/11/2024 13:00
Mercedes, como todas las marcas, está a punto de despedir un año que no ha sido nada bueno. Al importante revés sufrido en las ventas de coches eléctricos en todo el mundo, se han unido otros factores que tendrán una importante consecuencia en las cuentas a finales de año. Aún así, la firma de la estrella no renuncia a hacer de los coches de cero emisiones una verdadera bandera tecnológica.
La firma fundada por Gottlieb Daimler tirará la casa por la ventana con una tercera generación del Mercedes CLA, del que no se sabe si las baterías reparables son más novedad que el primer motor híbrido del mundo sin bujías. Dos interesantes avances en los campos de la eficiencia pero no el único, porque ahora se ha sabido que Mercedes también trabaja en unos frenos más sofisticados, también para cumplir con la exigente norma Euro 7.
Mercedes trabaja en un avanzado sistema de frenos
En la actualidad, los sistemas de freno están anclados en el buje de las ruedas, justamente por detrás de las llantas de aleación, pero el nuevo desarrollado por Mercedes se encuentra integrado en el extremo del motor eléctrico. Una ubicación clave que no sólo reduce el peso del conjunto, sino que tiene la gran virtud de que apenas necesita mantenimiento ya que el desgaste es casi nulo.
El sistema de frenado sigue constando del correspondiente disco de freno pero este permanece inerte en la rueda, es decir, no gira solidariamente y se mantiene fijo, siendo las pastillas las que giran 360º en lugar de hacerlo en un cuarto como ahora. De esta manera, la superficie de frenado es mayor y la presión que se necesita para detener el coche menor, por lo que la vida útil de los frenos aumenta, casi como la vida útil del vehículo.
Además, el hecho de encontrarse protegido por su propia carcasa, evita la emisión de polvo fino, que es lo que quiere controlar Europa, por lo que no necesitan limpieza al mismo tiempo que elimina los temidos chirridos, traduciéndose en un mayor confort y silencio a bordo.
Frenos sin mantenimiento, el futuro de los eléctricos de Mercedes
Sin embargo, esta configuración lleva aparejada un «pequeño» problema y es que, al no encontrarse justamente por detrás de las llantas, a través de las cuales los frenos reciben ventilación, es necesario instalar un sistema de refrigeración líquida.
Es un mal menor ya que no supone un importante aumento en el peso después de desprenderse de unos 25 kilogramos en piezas, pero también ayuda a mejorar la aerodinámica al poder cerrar por completo las llantas de aleación. Cosa que, hasta ahora, no era posible principalmente por esta cuestión de refrigeración.
Mercedes ha confirmado que estos nuevos frenos no están listos para estrenarse en la producción en serie, sino que queda mucho trabajo por delante. Por ejemplo, la interacción con otros sistemas como el ABS o ESP.