BRABUS deja su huella en el Mercedes GLC, el lujoso SUV ya tiene su paquete más deportivo y un extra de potencia para los más exigentes

Si tienes un Mercedes GLC o estás pensando en comprar el nuevo con algo más de agresividad que el paquete opcional de AMG, el preparador alemán por excelencia de la marca de la estrella ya tiene su propia selección de mejoras exteriores. Un completo paquete que imprime un mayor carácter a uno de los modelos más vendidos de Mercedes.

La personalización que Affalterbach imprime en las versiones normales del GLC no es suficiente, y el extra de agresividad siempre va ligado a las altos de gama. Para ellos, BRABUS tiene lo que necesita, incluso más. El kit desarrollado por la empresa de tuning cuenta con accesorios tanto para el exterior como para el interior, infundiendo un estilo más potente. Ejemplo de ello es el nuevo spoiler trasero fabricado en poliuretano que no solo ofrece un aspecto inconfundible, sino que también aporta una mayor carga aerodinámica a alta velocidad y, por ende, más estabilidad.

BRABUS potencia la imagen y agresividad del Mercedes GLC

Como es habitual, la estrella de la marca desaparece en favor de la gran insignia del preparador presidiendo la parrilla del radiador entre las múltiples estrellas cromadas. El frontal también se hace con unos apliques decorativos en fibra de carbono que realzan las grandes tomas de aire del paragolpes, mientras que los laterales destacan por las llantas de aleación. Entre ellas, unas forjadas que mejoran la capacidad de respuesta gracias a un menor peso.

Para el interior, la casa alemana ofrece desde los listones embellecedores de aluminio en los umbrales de las puertas con el nombre del preparador e iluminados, incluyendo también alfombrillas específicas con ribetes cosidos y pedales de aluminio con tacos de goma para no perder agarre. Las novedades no se quedan en la imagen, también llegan al plano mecánico, y especialmente a la versión de gasolina del GLC 300.

Más potencia de BRABUS para el Mercedes GLC 300

Provista de un motor de cuatro cilindros y 2.0 litros turbo con una potencia máxima de 258 CV, esta aumenta considerable, y generosamente, hasta unos «redondos» 300 CV, al igual que el par motor crece de 400 Nm a 450 Nm. Lo justo para que las prestaciones reciban un extra y la pasión se haga notar más en la conducción. El módulo de rendimiento «BRABUS PowerXtra B30» no interfiere en el cambio automático de 9 velocidades, por lo que asegura una perfecta trasmisión de la potencia al suelo.