Mercedes se enfrenta a la cruda realidad de las ventas de coches eléctricos, apunta a una solución temporal sin tapujo alguno
Volkswagen tiene problemas con las ventas de sus modelos eléctricos, Tesla también y la última en sumarse ha sido la marca de la estrella. Los de Mercedes ya han estimado un mal resultado de los modelos de cero emisiones a finales de año, con márgenes bajo presión que deberá compensar con los de combustión, dejando en el aire una consecuencia lógica para el fabricante, muy negativa para los clientes.
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Publicado: 27/10/2023 15:00
Mercedes es otra de las marcas que se ha dado de bruces con la realidad actual. La marca de la estrella presume de ser un fabricante de lujo, pero el descenso en las ventas de coches eléctricos registradas en los últimos meses también les está haciendo daño y no solo a Volkswagen o a Tesla. La llegada de la marcas asiáticas, con precios más baratos, es un problema aunque los de la estrella tiendan a manifestar lo opuesto, y dar la impresión de que no les afecta por su categoría, pero la realidad es la que es.
Y Harald Wilhelm, director financiero de Mercedes, se ha visto obligado a reconocer la situación actual a la que ya se están enfrentando, pues ya se ha hecho notar en las cuentas del tercer trimestre. Un terremoto el que han sufrido en este tercer trimestre del año al presentar unas cuentas en las que el beneficio operativo ha caído un 6,8 por ciento hasta los 4.800 millones de euros, cuando en sus estimaciones internas esperaban más del doble a finales de año. Entre un 12 y un 14 por ciento de las ventas totales de la marca serían de eléctricos.
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El responsable de los análisis internos de la marca ha apuntado que algunas marcas están ofreciendo coches eléctricos con precios por debajo de los equivalentes de combustión, en clara referencia a asiáticas, lo que está llevando la rentabilidad a una situación tan insostenible como los márgenes de beneficio. Los coches eléctricos son hoy más caros de fabricar por el coste de componentes, como las baterías o la escasez de algunos semiconductores claves en algunos equipamientos, haciendo que el beneficio por unidad vendida se estreche.
La marca no renunciará al compromiso de seguir ofreciendo coches eléctricos, pero salvar los muebles a finales de año será una auténtica odisea, apuntando que podría compensar las pérdidas con las ganancias obtenidas de los modelos de combustión. Wilhelm lo ha dicho en condicional, lo que supone que no está tan claro de que sea posible. El experto «no se puede imaginar que la situación actual sea sostenible», ya no para Mercedes, sino para cualquier otra marca europea.
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Señalar si existe una solución o no a este importante problema es, cuanto menos, complicada, pero en el lenguaje de la marca de la estrella sí hay forma de enfrentarse a un «mercado tan despiadado». Wilhelm ha señalado que «Cualquiera que todavía quiera participar en el mundo de los vehículos eléctricos debe fijar precios competitivos para los productos, incluso si tienen una estrella Mercedes», pero también ha dejado caer algo que no va a gustar nada a los clientes, y es una mayor rentabilidad para los coches con un motor de combustión tradicional, lo que es un indicio claro, y un aviso, de una nueva subida de precios.