Mercedes reduce la producción de sus dos buques insignia por culpa de los malos resultados registrados en China

La marca de la estrella siempre ha sido una de las referencias en el segmento premium internacional. Sus coches han logrado un más que merecido respeto en todos los continentes, desde el robusto Mercedes Clase G al pequeño Mercedes Clase A. Europa y Estados Unidos siempre han sido sus principales campos de batalla, pero desde el surgir de China como potencia económica mundial, muchos intereses se han centrado en el país asiático. Ahora, por culpa de los malos resultados en China, Mercedes se ve obligada a reducir la actividad en su fábrica más exclusiva, encargada de la producción de sus dos buques insignia.

No es ningún secreto que Mercedes es una de las empresas más ambiciosas en materia de electrificación. Los de Stuttgart quieren alcanzar todos los segmentos del mercado con sus modelos EQ, pero las previsiones son muy superiores a la realidad. Mercedes se había propuesto ser una marca 100% eléctrica en 2030, pero a tenor de los últimos resultados las estimaciones y las proyecciones se han recortado a la mitad. En 2030 aspiran a que el 50% de las matriculaciones correspondan a los modelos eléctricos. A pesar de ello pronto habrá novedades en la gama, encabezadas por la nueva generación del Mercedes CLA.

Menores ventas de lo esperado dentro del segmento más lujoso de Mercedes

Si bien el segmento del lujo no entiende de modas o crisis, sí puede verse afectado por las fluctuaciones del mercado eléctrico. Los Mercedes Clase S y Mercedes EQS se sitúan como los modelos más extraordinarios de la gama alemana, a excepción de los SUV GLS y EQS. Coches cuyo precio de partida supera ampliamente la barrera de los 100.000 euros y que hasta ahora no había tenido inconvenientes. El Clase S es uno de los modelos más vendidos entre las berlinas de representación. El EQS nunca ha tenido tanto éxito, pero siempre se ha mostrado como una gran referencia en el mercado.

Ambos modelos se producen, en exclusiva, en la elitista y moderna Factory 56 de Sindelfingen. Una nave específica para los coches más caros de la casa con 1.500 trabajadores altamente especializados. Estos se encargan de un ensamblaje parcialmente manual para todas las carrocerías posibles, incluidas las extraordinarias versiones Maybach, las más lujosas dentro de la órbita de Mercedes. Es una de las primeras fábricas de Mercedes que permiten la fabricación de eléctricos y térmicos en la misma línea de montaje. Hasta ahora la fábrica ha estado trabajando a doble turno. A la vuelta de verano sólo habrá un turno dada la notable caída en las ventas.

En el primer semestre del año las ventas combinadas del Clase S y del EQS han caído un 22% hasta alcanzar un volumen total de 137.000 unidades. Si bien fuentes alemanas recogen que la pérdida de un turno de trabajo no supondrá el despido de ninguno de los 1.500 trabajadores de la Factoría 56, sí que es posible que muchos empleados eventuales no renueven sus contratos con la marca. China es el mercado que más ha devaluado su participación. Los alemanes esperaban cosechar 50.000 matriculaciones del EQS a finales de año, pero, probablemente, no lograrán ni la mitad.

El empuje de las nuevas compañías chinas ha sacudido las estrategias extranjeras. La tecnología alemana ya no es tan puntera como lo ha sido hasta ahora y los nuevos lanzamientos chinos son capaces de igualar las condiciones a un precio menor. Mercedes espera igualar la contienda con nuevos y prometedores lanzamientos. Los alemanes reforzarán sus vehículos de lujo con una nueva plataforma eléctrica, MB.EA, que llegará a partir de 2026 y que podrá pelear en igualdad de condiciones con la esperada plataforma Neue Klasse de BMW que tiene previsto su inicio de comercialización a partir del próximo año. Los Clase C y GLC serán los primeros en usarla tal y como ha confirmado el CEO de la compañía, Ola Kallenius.

Fuente: Handelsblatt