La nueva generación de microchips revolucionará los futuros coches eléctricos

Los microchips se han convertido en el objeto más preciado para los fabricantes. La gran crisis que afecta al sector, y que ha encarecido considerablemente a estos pequeños componentes, está detrás del importante retraso que sufren los que han comprado coches nuevos, con largas listas de espera. Una situación que está mejorando pero mucho más lento de lo deseable.

Aún así, esta situación no impide que los proveedores especialistas en la más avanzada tecnología continúen con sus investigaciones para potenciar las posibilidades de estos semiconductores. Es Actnano, uno de los proveedores de Tesla, y en la que también han invertido más recientemente BMW y Porsche, aunque es la americana la que ya utiliza sus componentes. Microchips impermeables revestidos con un recubrimiento llamado «Nanoguard» que no contiene flúor y que impiden que se mojen y la corrosión, según explican desde «Auto Motor und Sport», ideales también para los avanzados coches autónomos.

El Tesla Model Y cuenta con chips impermeables

El mismo recubrimiento se puede utilizar para las placas de circuitos impresos, dejando libres de este material los componentes clave. Aquellos por los que discurre la energía eléctrica o datos de información porque, de lo contrario, si se bañan con este líquido los sistemas no podrían funcionar al no recibir señal eléctrica o electrónica. La marca de coches eléctricos por excelencia, utiliza estos chips en uno de sus modelos más vendidos, el Tesla Model Y.

El beneficio que han logrado es el de reducir el peso y el uso de cajas estancas donde ubicar los microchips, protegidos también de la elevada temperatura de algunas fuentes, ya que el recubrimiento también permite que el calor no afecte al funcionamiento del microchip. Pero sus creadores apuntan mucho más alto para una nueva generación de coches, principalmente eléctricos, que llegarán en el futuro. Los técnicos de Actnano trabajan en funciones y soluciones especiales que hoy son verdaderamente imposibles.

Por poner un ejemplo del recubrimiento Nanoguard, y que ha llamado poderosamente la atención de los fabricantes: evitar que se empañen los cristales. Puede parecer una tontería, pero si lo piensas un efecto repelente del agua para los coches eléctricos permitiría a los fabricantes reducir el consumo de energía para el desempañamiento, aumentando la autonomía de la batería. Incluso, el proveedor tecnológico mira mucho más al futuro, vaticinando la eliminación de lavar el coche. Un recubrimiento que permitiera mantener la pintura como el primer día diez años después de la compra.