Mikko Hirvonen prueba el Williams FW29 de 2007

Desde que abandonó el WRC a finales de 2014, Mikko Hirvonen ha tenido mucho tiempo libre. Sin embargo, el finlandés no ha desaprovechado su retirada de los rallies de velocidad para hacer vida 'contemplativa'. El piloto finlandés en los últimos meses ha probado un Dragster V8 de 1.000 CV y lo que es todavía más importante, se ha asociado con X-Raid para disputar su primer Dakar en 2016. Lo hará a los mandos de un Mini All4 Racing con el que terminó este mismo fin de semana tercero en la categoría de coches de la Baja Aragón .

Además de estas labor y de los rumores que le unen como piloto probador del equipo Toyota Gazoo Racing en su regreso al WRC, el finlandés tiene una labor de piloto de pruebas en la revista finlandesa Tullisa. Y precisamente con esta publicación, el ganador de 15 pruebas del WRC ha tenido su última experiencia a los mandos de un F1. Mikko Hirvonen tuvo la ocasión de probar el Williams FW29, el monoplaza de la escudería de Fórmula 1 para la temporada 2007. Este monoplaza sumó 33 puntos, un podio y en su interior esconde un motor V8 de Toyota.

La prueba tuvo lugar en el Circuito de Paranu, en Estonia. Allí, Mikko Hirvonen pudo dar 10 vueltas con el monoplaza al pequeño trazado. El propio piloto reconoce que no pudo sacar el máximo del monoplaza en los diez giros completados, pero terminó realmente entusiasmado con la prueba del Williams FW29 a pesar de no tener reparos en reconocer que todavía le faltaba un poco para llegar al nivel de un piloto habituado a los monoplazas. Eso sí, el piloto suomi disfrutó de lo lindo ya que antes de subirse al Wiliams, también pudo probar un monoplaza de menor potencia para 'hacer manos'.

Tras terminar la prueba, Mikko Hirvonen se mostró realmente entusiasmado:

"Ha sido una experiencia fantástica y me quedé con ganas de más. Era muy fácil pilotar, aunque di 10 vueltas y no fui capaz de sacar el máximo rendimiento del coche. Quizá es parecido a un coche de rallies, hasta cierto punto es muy fácil de pilotar, pero sólo cuando buscas el límite empiezas a sentir el beneficio de la carga aerodinámica y los frenos. Es un mundo totalmente diferente, me faltaba un poco para llegar a ese nivel".

“Es muy diferente a un World Rally Car. Para empezar te sientes muy bajo y no vez muy bien las curvas. Luego está el motor. Siempre tiene potencia, incluso en séptima velocidad nunca dejas de acelerar. Me llevó algo de tiempo acostumbrarme para pilotarlo, especialmente cuando estás acostumbrado a cierta inclinación de la carrocería, es complicado encontrar el límite. Físicamente, es más agotador que un WRC, notas la fuerza de la gravedad en tu cuello mucho más”.

Fuente: Tuulilasi