Empiezan las entregas MINI John Cooper Works GP, el broche a la generación F56

No tiene rival, el MINI John Cooper Works GP fue presentado el pasado mes de noviembre como una edición limitada a solamente 3000 unidades para todo el mundo. A pesar de que no es nada barato, se le considera un auténtico objeto de deseo por diseño y prestaciones, empezando ya las entregas a clientes.

El nuevo MINI John Cooper Works GP culmina la generación actual del Hatch, preparándose ya una nueva que llegará en poco más de dos años. En especial, el deportivo del segmento B destaca por una estética más radical con tres claves: son los arcos de rueda más abombados, el faldón delantero o el gran spoiler colocado sobre el portón trasero, elementos funcionales aerodinámicamente.

MINI ha adoptado una combinación de colores única, un negro con un acabado frío, similar a los "Frozen" de BMW, que contraste con las piezas de fibra de carbono negra de los pasos de las ruedas, además de insertos en rojo en la parrilla delantera, el faldón, los apliques decorativos de los paneles de las puertas y la zona trasera o el interior del spoiler. En un tono más oscuro, se han pintado las pinzas de los frenos que dejan a la vista las llantas de aleación forjada de 18 pulgadas.

Por dentro, el estandarte de los John Cooper Works presenta un salpicadero con detalles impresos en 3D y unas nuevas levas de cambio, hechas de aluminio. El volante está forrado en cuero con costuras rojas, la pantalla es digital para los instrumentos, y una placa numerada recuerda la exclusividad. No hay asientos traseros, su espacio está ocupado por unas barras de seguridad pintadas en rojo.

El motor de gasolina de 2.0 litros TwinPower Turbo rinde una potencia máxima de 306 CV y pasa la potencia al suelo por las ruedas delanteras mediante una caja de cambios automática de ocho velocidades, acelerando de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 265 km/h.