Mitsubishi lleva 25 años defraudando a los japoneses
Los problemas crecen para Mitsubishi, al revelarse que durante 25 años no se ha informado a los consumidores con veracidad sobre los consumos homologados de sus coches en Japón. El escándalo va más allá de esos 625.000 coches urbanos (kei car)
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Publicado: 26/04/2016 21:00
La semana pasada supimos que Mitsubishi había exagerado la economía de combustible de 625.000 utilitarios urbanos, eK y eK Space, así como sus respectivos remarcados en Nissan, DayZ y DayZ Roox. Se anunciaron consumos homologados un 10% inferiores a los reales, que no es mucho.
Pero la directiva actual de Mitsubishi ha admitido que el escándalo va a ser más gordo, ya que se ha descubierto que las irregularidades homologando de la marca de los diamantes se remontan a 1991. Sí, hace 25 años, ha llovido mucho.
La lista de modelos afectados es desconocida por el momento, ya que afecta a varias generaciones de producto. No tenemos todavía constancia de que esto afecte a las homologaciones europeas, de momento es un caso aislado de Japón, que tiene su propio sistema de homologación, JC-08.
Para realizar homologaciones, los fabricantes deben seguir unos estrictos manuales de procedimiento, y dentro de los márgenes de condiciones permitidos. Si se manipulan esas condiciones a su favor, el fabricante tiene problemas.
En Estados Unidos recordamos que Ford, Hyundai y Kia tuvieron que pagar millones de dólares por haber realizado homologaciones irregulares. Eso supuso para los propietarios un mayor desembolso en gasolina, y muchos fueron compensados.
En el mercado europeo, las homologaciones optimistas están a la orden del día, pero no supone ningún problema legal si se hace dentro de lo que permite el reglamento del procedimiento NEDC. El cachondeo se acabará el año que viene, cuando se homologuen los coches fuera de los laboratorios y en condiciones más realistas.
Mitsubishi ha perdido en el plazo de un año la mitad de su capitalización bursátil en el parqué de Tokio. Por quinto día consecutivo, las acciones han ido cayendo. Los inversores temen un escándalo similar al de Volkswagen, aunque no hablemos de motores diésel. En Japón la práctica totalidad de lo que se vende es gasolina.
El fabricante tiene que hacer una investigación interna para determinar qué modelos no se homologaron correctamente en Japón, y evaluar las consecuencias a nivel financiero. Si hay que devolver impuestos de coches que no merecían exenciones, o hay que indemnizar propietarios, la sangría de efectivo será impresionante.
Nissan está a la espera de saber el alcance del escándalo antes de tomar una decisión respecto a su unión con Mitsubishi en acuerdos puntuales. De hecho, los que levantaron la liebre fueron ingenieros de Nissan. De los 625.000 coches urbanos, tres de cada cuatro se vendieron con escudo Nissan.
El Gobierno de Japón consiera el caso de extrema gravedad, y ya ha realizado una inspección en una sede de Mitsubishi. Las sospechas se pueden extender a otros fabricantes, y se puede dar el caso de que aparezcan más casos como el de la marca de los tres diamantes.
Falta muy poco para que el fabricante anuncie los resultados del cuarto trimestre del año fiscal, y por ende, que anuncie los resultados del ejercicio 2015. Posiblemente se provisione una cantidad importante para hacer frente a las posibles consecuencias, y eso afectará al beneficio.
Si se llegan a descubrir irregularidades en el mercado norteamericano o europeo, Mitsubishi puede enfrentarse a la peor crisis de los últimos 15 años. Por entonces, hubo que llamar a revisión a unos camiones que, en determinadas circunstancias, podían perder las ruedas en marcha por un mal diseño de los ejes.