¿Es un buen momento para comprar un coche eléctrico de ocasión?
El coche eléctrico está ganando protagonismo en el mercado del vehículo de ocasión. Sin embargo, y a pesar del incremento de popularidad, el automóvil eléctrico no es ajeno a los desafíos que afronta el mercado del coche usado. ¿Es un buen momento para comprar un coche eléctrico de ocasión? Analizamos la complicada situación que atraviesa el sector del VO.
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Publicado: 25/10/2022 19:45
El mercado del automóvil en Europa está afrontando numerosos desafíos. Los problemas derivados de dichos desafíos no solo están afectando a los coches nuevos. También se han trasladado al mercado de usados. Los coches de ocasión están igualmente envueltos en una especie de «tormenta perfecta». Escasez de oferta, subida de precios, incertidumbre sobre el futuro de la economía y un largo etcétera.
En los últimos tiempos hemos sido testigos de cómo el coche eléctrico de ocasión se ha abierto camino en el competido mercado de turismos usados. El vehículo eléctrico de batería está ganando popularidad a un ritmo importante y, si bien aún representa una parte ínfima del total de operaciones mensuales, está llamado a desempeñar un papel protagonista.
Ante la imposibilidad de comprar un coche eléctrico nuevo, ya sea por su elevado precio, o por los tiempos de espera que están dando las marcas, un creciente número de conductores ve en el mercado de eléctricos de ocasión la única opción viable para adquirir un vehículo de dichas características. Ahora bien, ¿Es un buen momento para comprar un coche eléctrico de ocasión? Hagamos un análisis del panorama actual para repasar los problemas con los que se debe lidiar.
Coches eléctricos baratos con... ¿buenas prestaciones?
Si nos adentramos en el incipiente mercado de los coches eléctricos de segunda mano con la premisa de encontrar vehículos a precio asequible, es posible que nos llevemos una decepción. Y no porque no existan coches eléctricos usados baratos, que los hay, más bien por sus prestaciones. Los eléctricos de ocasión más económicos equipan una tecnología antigua. Se trata de modelos de «primera generación».
Basta con hacer una rápida búsqueda para encontrar una enorme cantidad de Nissan Leaf, Renault ZOE y Volkswagen e-Golf de generaciones anteriores. Son vehículos asequibles pero que, lamentablemente, no ofrecen una autonomía lo suficientemente grande como para ser empleados en viajes largos. Es decir, se trata de vehículos eléctricos para uso urbano o, como mucho, llevar a cabo desplazamientos interurbanos.
En un corto espacio de tiempo la oferta de eléctricos usados ha crecido considerablemente. La llegada de modelos como el Peugeot e-208, el Citroën ë-C4 o el Hyundai Kona, ha permitido ampliar el abanico de opciones. Sin embargo, se necesita tiempo para que estos modelos usados vean reducido su precio. Algo que ocurrirá en el momento que se materialice su actualización. Por cierto, hablamos específicamente de coches eléctricos de marcas generalistas puesto que se trata de la opción más asequible.
La falta de stock impulsa los precios de los coches de ocasión
Si bien la oferta de eléctricos de segunda mano se ha incrementado, esto no se ha traducido en un importante aumento del stock disponible. El encarecimiento de los coches nuevos ha expulsado al mercado de usados a una buena parte de la población europea. Lo que a su vez ha impulsado los precios y reducido el stock de coches de ocasión.
En los concesionarios se sigue notando los efectos de la crisis de stock causada por el desabastecimiento global de microchips y de semiconductores. La escasez de estos componentes necesarios para la fabricación de vehículos no solo afecta al mercado de coches nuevos, también tiene repercusiones sobre el de usados.
Todo esto ha derivado en una situación realmente bizarra y es que haya determinados coches de ocasión valgan más (incluso el doble) de lo que costarían si fueran nuevos a estrenar.
La prisa no es buena consejera, mejor esperar
Una vez realizado este análisis sobre los desafíos que está afrontado el mercado del automóvil usado en España, ¿qué conclusión podemos extraer? Lo mejor que podemos hacer es esperar a que se normalice la situación y desaparezca el temporal. Stellantis ya ha avisado de que la crisis de los microchips terminará antes de 2024. Por lo tanto, y a corto plazo, debe mejorar el stock. Y una vez vuelva a haber disponibles coches usados a la venta, los precios se estabilizarán.
Si la espera no es posible y por diversas circunstancias de la vida nos vemos obligados a comprar sí o sí un coche eléctrico de ocasión, no solo podemos barajar la compra en España. Es importante sondear mercados extranjeros. En especial, Alemania y Francia. En los últimos meses, ante la escasez de coches usados, el canal de importación ha demostrado una gran fortaleza al experimentar diversos crecimientos de las operaciones. Algo lógico. Los coches que no se encuentran en España hay que buscarlos en el extranjero.
Es indudable de que son tiempos convulsos y comprar un coche eléctrico, sea nuevo o de ocasión, no es una tarea sencilla. En cualquier caso, siempre debemos estar «ojo avizor» puesto que nunca se sabe cuándo puede aparecer un verdadero chollo.