El MG Cyberster tiene una misión en el centenario de Morris Garage, insuflar alma a sus coches
Morris Garage ha decidido celebrar su centenario por todo lo alto. El lanzamiento del nuevo MG Cyberster es una de las acciones que llevará a cabo la icónica cuya historia está ligada a la industria automotriz británica. El nuevo Cyberster está llamado a aportar algo de lo que la mayaría de marcas carece. Te lo contamos haciendo un repaso a los descapotables clásicos de MG.
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Publicado: 12/06/2023 17:00
No queda claro si la Morris Garage nació en 1924, un año antes, o un año después. Pero los compradores no piden el DNI a la marca, sino que requieren otro tipo de requisitos. A veces se compran coches por ser baratos, útiles, lustros o porque gastan poco. Pero en ese siglo de vida MG ha sabido introducir un elemento muy difícil de lograr en productos inanimados: alma. Hay marcas que tienen mucha, poca, y en la nueva MG el Cyberster es el coche llamado a aportar algo de lo que la mayoría carece.
Presentado en el Salón del Automóvil de Shanghai en abril, no es solo un coche para ir de A a B. Es para hacerlo con estilo, con una buena carga de satisfacción al ser usado, para poder hacerlo con techo o sin él, mirando el paisaje, conduciendo despacio, o con prestaciones suficientes como para poder dejar atrás a otros en un circuito.
El roadster oriental tiene la misión de aglutinar los atributos que sus predecesores de la firma albergaron, y estos son los más señalados:
El primer MG ya fue un roadster. El ingeniero Cecil Kimber realizó el diseño del MG 14/28 con un Morris Oxford como base. En un viaje paralelo al de los Volkswagen Escarabajo hacia Porsche, el técnico utilizó un chasis existente para crear un coche de competición al que llamó «Old Number One». En 1928, MG lanzó su primer modelo con un chasis propio, el 18/80, e introdujo la parrilla que se convertiría en parte de la identidad visual de la firma.
Durante los años de entreguerras, la empresa se expandió a ritmo acelerado gracias al primer descapotable verdaderamente popular. El precio asequible del denominado Midget o M-Type, ayudó a la marca a crecer y posicionarse. La gama creció, y se le fueron añadiendo otros modelos más ambiciosos. De forma paralela, MG se hizo un nombre en la competición, gracias a la victoria en la Mille Miglia de 1933 con un K3 Magnette.
Al acabar la Segunda Guerra Mundial, MG lanzó la serie T, con el TC Midget. La compañía exportó diez mil unidades al emergente mercado norteamericano. Poco a pocos sus formas se fueron suavizando, y se alejaron de las carrocerías más cuadrangulares. Los diseñadores se encontraron con las líneas fluidas y cuerpos más bajos. Llegó el MGA, glamuroso y barato. Fue un éxito.
Y llegó el MGB, un antes y después para Morris Garage
El antes y después para la marca fue sin duda el MGB. Más moderno tanto en líneas como en tecnología gracias a su chasis monocasco, se convirtió en el pequeño roadster por excelencia. Permitió a la marca flotar en una atmósfera de cambios organizativos desequilibrantes. Originalmente, la compañía era propiedad de William Morris, y después formó parte de BMC. BMC se fusionó con Leyland en 1968 para formar British Leyland, con relaciones a veces complejas entre marcas hermanos como Rover, Triumph o Austin. Dificultades financieras de British Leyland llevaron al cierre de la fábrica de MG a mediados de los 80, momento en el que ya se habían producido más de medio millón de coches.
El MGB fue una de las mayores inspiraciones para el renacer de los roadster espoleado por el Mazda MX-5, seguido del BMW Z3, el Mercedes SLK, o Porsche Boxster.
MG F, el relanzamiento de Morris Garage
En los 1980 el consorcio British Leyland se convirtió en el Grupo Rover, fue adquirido por British Aerospace, y más tarde por BMW. Los alemanes relanzaron MG en 1995 con el roadster de motor central MG F, que tuvo un éxito muy relativo. En 2002 evolucionó y se convirtió en el MG TF. Pero en 2005, la sociedad MG-Rover quebró y cesó la producción. En la sede de BMW llamaban jocosamente a Rover «El paciente inglés», porque jamás salió de los números rojos.
En 2005 MG fue comprada por el grupo chino NAC, que fue absorbido dos años más tarde por SAIC. Ese mismo año se lanzó en algunos países una evolución del TF, que se retiró definitivamente en 2011. Con el Cyberster, MG volverá a estar en el lugar del que nunca debió salir, y que tantas sonrisas de satisfacción ha generado. No lo tendrá fácil. La electrificación traerá duros competidores como el futuro Tesla Roadster, si es que alguna vez lo vemos, y el Porsche Boxster eléctrico que se encuentra en periodo de desarrollo.
El MG Cyberster se lanzará en 2024 y su precio rondará los 60.000 €. Puede que recupere el alma de la marca, pero tendrá un coste. Si los chinos de SAIC decidieron desarrollar algo a mitad de precio, que fue la clave de su éxito como marca, sería un bombazo.